
Gas Natural ha decidido tirar la toalla. Pese a los intentos de última hora con Suez, la compañía catalana ha optado por abortar su operación de compra de Endesa tras casi 17 meses de batalla energética para hacerse con el control de la eléctrica.
La decisión del máximo órgano de gobierno de la gasista, adoptada por unanimidad, deja el camino casi despejado para que la compra de la eléctrica española por E.ON pueda convertirse en un camino de rosas, a no ser que Acciona logre cortarle el paso.
En un comunicado, Gas Natural explica las razones de su salida porque "se ha visto inmersa en una irracional y larga controversia política, social y jurídica".
La gasista atribuye la subida de Endesa en bolsa sobre todo a "la especulación creada al existir las ofertas de adquisición en curso" y acusa al consejo de Endesa de haber intentado impedir su oferta mediante una "labor destructiva" y el incumplimiento del "deber de pasividad".
Trato desigual
Gas Natural asegura que ha habido desequilibrio entre su oferta y la de E.ON en tres áreas: desigualdad en el proceso de obtención de las distintas autorizaciones administrativas, desequilibrio por el irregular comportamiento del consejo de Endesa y la distinta posición regulatoria de Gas Natural y E.ON, la última surgida de una fusión de E.ON Ruhrgas que fue autorizada por el Gobierno alemán en contra de las autoridades de competencia.
La gasista recordó ayer que su operación tenía lógica empresarial y que era correcta desde un punto de vista industrial, de seguridad de suministro energético, para la economía española, para Latinoamérica, para los accionistas de ambas sociedades e incluso se atrevió a decir que para la competencia (debía olvidar el informe del Tribunal de Defensa de la Competencia).
Por todos estos motivos, Gas Natural cree "firmemente que esta situación no es ajustada al Derecho y que ni ella ni sus accionistas tienen el deber de soportar los daños y perjuicios derivados de las conductas antijurídicas, por lo que reclamará por los daños y perjuicios ocasionados".
Problemas para Endesa
Los que tendrán ahora dificultades para apoyar la opa de la alemana serán los gestores de Endesa. La primera eléctrica española siempre aseguró que la opa de E.ON era mejor que la de Gas Natural porque se paga íntegramente en efectivo, pero nadie olvida que el presidente, Manuel Pizarro, valoró las acciones en 48 euros y que el consejo estaba dispuesto a apoyar cualquier oferta que se situara en los 40 euros.
Esa posibilidad ahora parece algo más lejos, aunque no descartada. E.ON se había comprometido a pagar 34,5 euros por acción y la subida que proponga no estará muy alejada del precio de mercado. Se especula que podría ofrecer 39,4 euros.
Si no tienes competencia, como dice Bernotat, que cree que su oferta tendrá éxito, para qué pagar más. Pero lo cierto es que todavía tiene que ofrecer un precio atractivo para poder hacerse con más del 50 por ciento del capital de la primera eléctrica española.
Pérdida de ganancias
Caja Madrid, segundo accionistas de Endesa, verá cómo sus plusvalías menguan. La caja de ahorros madrileña obtendrá unas plusvalías de, al menos, 1.600 millones, una cantidad lejana a los casi 2.300 millones que podría haber logrado si Gas Natural hubiese seguido y la alemana se hubiese visto forzada a desembolsar alrededor de 42 euros. La entidad abordará el próximo lunes el futuro de su participación en la eléctrica.
Acciona tiene ahora toda la batalla por delante. Después de que la compañía valorara Endesa en cerca de 58 euros sería complicado que ahora se deshiciera de su participación a un precio que podría rondar los 39,4 euros por título. Ayer los títulos ya reflejaban esta posible reducción de las plusvalías que se aventuraban, pero la empresa sigue confiando en su proyecto.