Empresas y finanzas

Los problemas de Ikea como promotora: sus proyectos acumulan retrasos

  • El grupo, reconvertido en promotor, acumula ya tantos retrasos en sus proyectos como enemigos

La decisión de la multinacional sueca Ikea de reconvertirse en promotora de centros comerciales se ha descubierto como una de las peores noticias, tanto para el ámbito político como el empresarial, dejando a estas alturas toda una cadena de afectados.

Hasta la fecha, los proyectos anunciados por el rey del háztelo tú mismo en el mercado español representaban para muchas de las localidades en las que tenía previsto ubicarse una especie de maná de tiempos modernos. Y es que las inversiones millonarias pretendidas por el grupo sueco (alcazaban en su conjunto algo más de 3.000 millones de euros) habían provocado un éxtasis generalizado en las alcaldías de turno, mientras que los habitantes de la zonas cercanas encontraban la solución a todos sus problemas relacionados con el desempleo. Pero de repente, los planes de Ikea cambiaron de forma radical.

Sólo se mantienen dos

La creación de InterIkea, que así se llama su nueva promotora de centros comerciales, ha obligado a la multinacional del mueble, que andaba enredada en diversos líos con las administraciones regionales, a replantearse el grueso de sus proyectos. De hecho, de los seis centros con los que Ikea esperaba contar a finales de 2011 tan sólo se mantienen dos.

El grupo sueco no ha dudado en señalar a las administraciones regionales como los principales causantes de su marcha atrás, intentando limitar su crecimiento para no perjudicar al pequeño y mediano comercio.

Pero ahora, parece no ser único motivo. Un portavoz de la propia compañía reconocía a este periódico el interés de Ikea por abrir sus nuevos establecimientos en los centros comerciales de su propiedad. "La idea es que las nuevas tiendas Ikea sean el eje central de toda la superficie comercial y el resto sacarlo en alquiler", aseguraba. Un decisión que ha provocado que los problemas y amenazas por incumplimiento de contrato se acumulen en casa de la compañía sueca.

Cadena de cancelaciones

Proyectos como los de San Cugat del Vallés, Valladolid, Granada y San Fernando de Henares, en Madrid, se mantienen a estas alturas paralizados. Precisamente el de San Fernando ha sido el último en destapar la caja de los truenos. La promotora británica Chelverton Properties, socia de Ikea para este proyecto, ha anunciado medidas legales contra la multinacional por incumplimiento de contrato.

Ikea ha rechazado el proyecto, previsto de finalización para dentro de dos años, argumentando diversos retrasos en la construcción del parque comercial. La británica asegura, por su parte, que la obra continúa adelante y no entiende las excusas aportadas por la multinacional. Pero no se trata de un caso aislado. Hace unos meses, el grupo anunciaba que abandonaba también un proyecto previsto para San Cugat del Vallés para trasladarlo a Sabadell, por el mismo motivo que el anterior, retrasos.

Con esta cancelación, Ikea ha suprimido dos grandes proyectos en tan sólo tres meses. Y todavía quedan algunos más en el aire. El caso de su nueva tienda de Granada es especialmente particular. La compañía mantiene paralizada la construcción de este centro por importantes desencuentros con la promotora portuguesa Sonae Sierra, otro nuevo enemigo. El complejo Puerta Granada, donde tiene previsto ubicarse, podría perder la licencia comercial otorgada por la Junta de Andalucía si no inicia su actividad antes de febrero de 2010. Y el grupo sueco no parece especialmente preocupado.

Otro frente el Valladolid

A estos problemas habría que añadir también el de Valladolid. Después de una larga batalla, que incluso duró años, Ikea pidió al Gobierno autonómico algo más de 78.000 metros cuadrados para instalar su nuevo establecimiento, aunque finalmente sólo le concedió 16.000. La respuesta de la compañía fue que le parecían insuficientes y decidió retirarse.

No es la primera vez. Ya se llevó una inversión prevista para Irún hasta Bayona (Francia) por similares motivos y, tras meses de estudio para la apertura de otra en Vigo, optó también por inaugurar antes en Oporto.

Otras de las causas para explicar estas cancelaciones, y que se salen del hilo argumental de Ikea, tienen que ver con el importante parón del consumo que se está produciendo en el mercado español. Fuentes del sector de la distribución apuntan a este frenazo en la cifra de negocio del grupo Ikea como el principal motivo de su marcha atrás.

Caída del gasto

La propia compañía reconocía durante la presentación de resultados de su último ejercicio que contaba ya con una ralentización de su actividad prevista este año. Según su director para el negocio ibérico, Peter Betzel, el crecimiento de facturación para el final de este ejercicio será del 5%, frente a la subida de casi el 20% registrada el año anterior. El motivo parece claro: el desplome del mercado inmobiliario, directamente ligado al de Ikea.

Por el momento, los principales socios de la multinacional pelean por que se mantengan estos contratos firmados hace años, aunque la sueca parece tener la decisión bastante clara: mejor cuanto más grande.

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