LONDRES (Reuters) - El último veterano británico superviviente de las trincheras de la Primera Guerra Mundial, Harry Patch, ha muerto a los 111 años, dijo el sábado el Ministerio de Defensa británico.
Patch, descrito por su biógrafo como poseedor de un buen sentido del humor y de un "brillo en sus ojos", murió en una residencia en Somerset, en el oeste de Inglaterra.
Su muerte se produce una semana después del fallecimiento de otro de los pocos supervivientes del conflicto que aún seguían vivos, y el hombre más viejo del mundo, Henry Allingham, que murió a los 113 años.
Patch, un ex fontanero, ingresó en el servicio a los 18 años y luchó en las trincheras de Ypres del Frente Occidental, donde fue herido y vio morir a tres de sus amigos más cercanos en la batalla de Passchendaele.
El príncipe Carlos rindió tributo a Patch, quien sirvió con la infantería ligera del Duque de Cornwall, título que ostenta actualmente el príncipe británico.
"Harry siempre apreció la extraordinaria camaradería que engendraron las terribles condiciones en el batallón y permaneció leal hasta el fin", dijo a BBC televisión.
Patch, que sirvió como encargado de ametralladora durante cuatro meses en el verano de 1917, no habló sobre sus experiencias de guerra hasta que cumplió 100 años, y en sus últimos años promovía la paz y la reconciliación.
"La guerra no vale ni una vida", dijo.
Su biógrafo, Richard van Emdem, dijo que Patch reconocía que era el símbolo de su generación.
"También era muy consciente de que era el último veterano en haber servido en las trincheras, y creo que había un cierto orgullo en eso", manifestó.
En una declaración, el primer ministro británico, Gordon Brown, prestó tributo a Patch, diciendo que "lo más noble de todas las generaciones nos ha dejado, pero nunca serán olvidados".