La compañía naviera vasca Construcciones Navales del Norte ha concluido con éxito el reto más importante de su centenaria historia, la construcción de la draga más grande del mundo. Tras dos años de trabajo, esta semana se ha realizado la entrega de la embarcación Cristobal Colón al armador belga Jan de Nul.
La draga Cristóbal Colón ha partido hacia Singapur para comenzar sus primeras operaciones de dragado. Su principal función es la de recoger arena del fondo del mar para rellenar zonas ganando terreno al mar o para conseguir más calado.
Para estos trabajos cuenta con dos brazos de dragado que pueden alcanzar una profundidad de 142 metros. Una vez cargado el barco, tiene dos maneras de descargar, una por proa y la otra abriendo unas compuertas que tiene instaladas en la parte inferior.
El barco cuenta con una eslora de 213,5 metros, una manga de 41 metros, un puntal de 20 metros y una capacidad de 46.000 metros cúbicos. La gran ventaja de una draga de tales dimensiones, añadida a la propia capacidad de operación a grandes profundidades, es que necesita hacer menos trayectos para recoger arena por lo que acaba siendo mucho más eficiente que las demás.
La entrada en vigor de este barco se produjo el 22 de diciembre de 2006 y se empezó a cortar acero el 24 de marzo de 2007.