Empresas y finanzas

Caja Madrid ganó 575,66 millones hasta junio, un 46,9% menos

Caja Madrid obtuvo un beneficio neto atribuido de 575,66 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un descenso del 46,9% respecto a los 1.084 millones del mismo periodo del año anterior, informó hoy la entidad que preside Miguel Blesa.

Teniendo en cuenta los resultados recurrentes, el beneficio se situó en 747,9 millones, un 2,1% más, frente a los 732,7 millones de hace un año. El volumen de negocio fue de 277.000 millones (+3,3%).

La caja explica que la reducción del beneficio se debe a una dotación voluntaria a provisiones de 245 millones de euros, que servirá para hacer frente al incremento interanual de la morosidad, si bien el ratio bajó ligeramente en el segundo trimestre de 2009 en comparación con el inmediatamente anterior.

Precisamente, la morosidad de la caja de ahorros se situó en el 5,55% en junio, por debajo del 5,57% de marzo pero casi tres veces más que la de junio de 2008, que fue del 1,89%. La tasa de cobertura se colocó en el 41%, frente al 110,2% del mismo periodo del ejercicio anterior.

La entidad señaló que, pese al descenso de la morosidad, hay que ser prudente y no descartar que lo que queda de 2009 y el año próximo va a ser mejor. "Hay que pensar que van a ser complicados", indicaron, tras incidir en que sin las provisiones, el resultado habría crecido mucho.

Para la caja, la evolución de la tasa de impago está siendo positiva, incluso durante el mes de julio, y la cartera de dudosos solo ha vencido unos 1.388 millones de euros.

Los créditos a la clientela se situaron en 118.222 millones, lo que supone un incremento del 3,1%, mientras que los recursos de clientes en balance alcancaron 142.891, lo que significa un avance del 5,5%.

Abierta a fusiones

Caja Madrid también aseguró hoy que no descarta estudiar las oportunidades de fusión que se presenten con otras entidades pero recalcó que, si lo hiciera, sería siguiendo criterios estrictamente económicos y no electorales ni de ningún otro cariz.

Durante la rueda de prensa para presentar los resultados semestrales de la entidad, fuentes de la caja afirmaron que "en ningún caso se iniciará un proceso de fusiones para paralizar intencionadamente un proceso electoral" como en el que se encuentra inmerso actualmente la caja.

La entidad aprobó ayer unos nuevos estatutos adaptados a la normativa de cajas regional que aprobó el parlamento madrileño a finales de junio y que dificulta la reelección del presidente de la caja, Miguel Blesa.

Las fuentes de la caja insistieron en que en ningún caso afrontarían un proceso de fusión para paralizar este proceso, pero también señalaron que "sería una irresponsabilidad" no estudiar las oportunidades que surjan y que atiendan a criterios económicos sólo por estar en medio de unas elecciones. En opinión de la caja, el sistema financiero español, que afronta ahora su reestructuración, se dirige hacia "entidades grandes reconocibles internacionalmente y eficientes".

Preguntados además por si estarían interesados en adquirir la red de oficinas de Caja Castilla-La Mancha, las fuentes de la caja se limitaron a señalar que en esa región la entidad cuenta con una red importante y que la de CCM es "bastante redundante para nosotros". "En otras comunidades con más riqueza sería más interesante para nosotros", añadieron.

Por otro lado, Caja Madrid mantiene su proyecto de sacar a bolsa su holding de participadas (Cibeles) en el futuro, en cuanto considere que la situación es favorable, ya que aunque ahora los mercados han mejorado, no se puede constatar que se trate de algo duradero "En cuento veamos una ventana, pero de doble hoja, saldremos a bolsa", indicaron desde la entidad.

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