HONG KONG (Reuters) - Una nube de polvo generada por una gigantesca tormenta de arena en el desierto chino de Taklimakan dio una vuelta completa alrededor del mundo en sólo 13 días en 2007, indicó un estudio japonés realizado con un satélite de la NASA.
Cuando la gran nube llegó por segunda vez al Océano Pacífico, descendió y depositó parte del polvo en el mar, mostrando cómo un fenómeno natural puede impactar al medio ambiente en lugares lejanos.
"El polvo asiático normalmente se asienta cerca del mar Amarillo, alrededor del área japonesa, mientras que el polvo del Sáhara termina cerca del Océano Atlántico y la costa de África", explicó Itsushi Uno, del Instituto de Investigación para Mecánica Aplicada de la Universidad de Kyushu.
"Sin embargo, este estudio muestra que el polvo de China puede ser depositado en el (océano Pacífico)", explicó a Reuters telefónicamente. "Las nubes de polvo contienen un 5 por ciento de hierro, eso es importante para el océano", agregó.
En un documento publicado en la revista Nature Geoscience, unos científicos describieron cómo habían usado un satélite de la NASA y el módulo matemático para seguir y medir el movimiento de la nube de polvo, que se formó justo después de la tormenta de polvo registrada entre el 8 y 9 de mayo de 2007.
El desierto se encuentra en la región de Xinjiang, en el noroeste de China.
Los investigadores, liderados por Uno, descubrieron que la nube de polvo se había elevado de 8 a 10 kilómetros sobre la superficie terrestre y que había dado más de una vuelta completa alrededor de la Tierra.
"El logro más importante es que seguimos esto a través de un completo circuito alrededor del globo, nadie había hecho eso antes. Después de la mitad del circuito, normalmente la concentración de polvo se vuelve muy baja y no es posible rastrearla", relató Uno a Reuters.
"Esto significa que la concentración de polvo, el ciclo del polvo, es muy largo, (de) más de dos semanas", sostuvo.
La nube de polvo medía cerca de 3 kilómetros verticalmente y hasta 2.000 kilómetros horizontalmente, y mantuvo su forma incluso después de completar una vuelta alrededor del planeta.
"La razón por la cual la estructura de la nube se mantuvo muy bien es porque el polvo fue elevado (...) hasta donde la atmósfera es muy estable", indicó Uno.
Los investigadores creen que las partículas de polvo provocan la formación de nubes cirros de gran altura, a pesar de que los expertos no saben si ese tipo de nubes calientan o enfrían la Tierra.