
Ingemar Naeve, consejero delegado de Ericsson España, afronta durante estos meses un momento de especial relevancia para su compañía.
Naeve negocia con los sindicatos un cambio organizativo en el área de servicios, que afecta a 2.000 empleados en España, también acomoda la estructura de su organización a la pérdida del contrato de Orange, con 300 empleados inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo preventivo.
En plena vorágine de adaptación a un entorno competitivo cambiante, asegura que Ericsson impulsará con fuerza el área de servicios, no sólo en el grupo sino también en España.
P.- El presidente de Ericsson ha asegurado no hace mucho que "ya se ha tocado fondo". ¿Podemos creerle?
Sí, la gran diversidad geográfica de Ericsson es una de nuestras grandes fortalezas. Ninguno de los mercados del grupo llega al 10 por ciento de la facturación total y eso hace que unas regiones se compensen con otras. Ahora bien, nuestro CEO mantiene que lo que nos ha llevado a alcanzar la situación que tenemos no es suficiente para mantenerlo. Por eso, tenemos que prever los próximos pasos y quien tenga la capacidad de implementar las medidas necesarias tendrá más ventajas para salir airoso.
P.- ¿Y qué medidas son esas?
Estamos definiendo un plan ambicioso de crecimiento en el área de servicios en Ericsson, no sólo en el grupo sino también en España. Para ello, hemos analizado el mercado y sabemos que habrá muchas oportunidades. También tenemos que competir con compañías nuevas en el mercado de las telecomunicaciones.
P.- ¿Se va a resentir el empleo?
Creo que el empleo siempre va a variar en una compañía sujeta a un mercado global, sin protecciones ni aranceles. Necesitamos siempre contar con nuevas personas para nuevas tecnologías, igual que puede sobrar gente que se dedica a tareas que ya no se demandan. El dibujo es complejo, ya que no somos una fábrica convencional, sino que somos una compañía de conocimiento que tiene que adaptarse a la situación más a corto plazo. Sabemos que en Europa el negocio no está creciendo, por eso ya tomamos medidas el año pasado y este curso, ya veremos. Esto va trimestre a trimestre.
P.- Entonces, ¿se van a producir despidos?
No digo que no, ni que sí. Siempre es una posibilidad en una empresa como la nuestra. También seguramente vamos a contratar nuevos empleados. La suma de las bajas y las altas laborales dependen de la coyuntura, pero creo que la tendencia a medio y largo plazo en servicios apunta al crecimiento del empleo en estas tareas.
P.- ¿Cómo afecta a la compañía la pérdida del contrato de Orange?
No tenemos un impacto definido sobre este contrato. Orange es uno de los parámetros, pero no es el único, porque también ganamos otros contratos. Hay que considerar la cifra sumando y restando. De la misma forma, también tenemos planes para ser más eficientes.
P.- ¿Qué podemos aprender de esta crisis?
Las coyunturas complicadas que vivimos en España y en Europa nos hacen reflexionar y cuestionar la forma de trabajar. También nos fuerza a innovar y a ser más eficiente, para hacer virtud de esa necesidad. En cualquier caso, estimamos que podemos salir fortalecidos de la coyuntura. Ahora es el momento de hacer los deberes.
P.- Huawei está restando cuota de forma significativa a las compañías tradicionales. ¿Lo ven como un rival de cuidado?
Lo vemos con respeto. Es un competidor que tiene derecho a abrirse hueco en el negocio, y China es un mercado muy grande. Lo único que pedimos es que la competencia sea leal, que juegue con las mismas normas que el resto en cuanto a transparencia sobre los resultados o financiación de la compañía. Nosotros estamos sujetos a muchos controles, pero para competir es bueno que todos se sometan a las mismas normas. En términos generales, cualquier competidor que tenga éxito nos obliga a ser mejor compañía.
P.- La 'joint venture' Sony Ericsson no vive su mejor momento.
Es verdad que ahora pierde dinero, pero si se suma lo que ha ganado en los cinco últimos años, la cosa cambia. Llevamos 130 años en el negocio y aunque la bolsa tienda a olvidarlo, lo cierto es que Ericsson es un inversor de largo plazo. Por una coyuntura poco favorable durante unos trimestres no hay que ponerse nerviosos. Si hay una gotera, se arregla; y en eso estamos, pero la apuesta sigue firme y sin variar. Lo que sí que existe es un programa para volver cuanto antes a la rentabilidad, con un programa de reestructuración.
P.- ¿Qué sucederá con el reajuste de las frecuencias?
El refarming obligará a realizar muchos pactos. Lo seguro es que Ericsson tendrá los equipos operativos incluso antes de la disponiblidad de las bandas para su explotación comercial.