WOLFSBURG, Alemania (Reuters) - Volkswagen está condenado a la ruina a menos que los trabajadores sindicados en sus caras plantas alemanas acepten una fuerte reducción en los costes y puestos de trabajo, dijo el martes el mayor fabricante europeo de coches.
"A menos que las tradicionales plantas alemanas se reestructuren, no se puede concebirse un futuro a largo plazo para el Grupo Volkswagen, incluso si todas las partes del grupo alcanzan sus objetivos de ganancias", dijo el jefe de finanzas, Hans Dieter Poetsch.
"Me gustaría liderar a la compañía hacia el éxito junto a mis colaboradores", dijo en una rueda de prensa. Reconoció que necesitaba el apoyo del personal pero dijo que el debate sobre su papel lo realizaría el consejo de administración, no en público.
PUESTOS EN PELIGRO
La compañía dijo que tenía que considerar cerrar algunos negocios de recambios, pero añadió que tres de estas plantas estaban seguras.
/Por Christiaan Hetzner/