GRANADA (Reuters) - El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el jueves que España eliminará a partir del 1 de mayo las restricciones a la entrada de trabajadores de los países ex comunistas recién incorporados a la Unión Europea, una medida a la que se sumó Finlandia.
Mientras que la mayoría abrió inmediatamente sus fronteras a los trabajadores chipriotas y malteses, sólo Irlanda, Suecia y Reino Unido permitieron la entrada de los de los otros ocho países que también se incorporaron a la UE.
"Demuestra que todos somos europeos", dijo, y añadió que es "simbólicamente importante" y que su país, que tiene el desempleo más alto de la UE con un 18 por ciento, cuenta con 10 millones de jóvenes, bien educados y ambiciosos que formarán la base de su futura fuerza laboral.
"La economía española es sólida y está creando empleo", manifestó Zapatero en una rueda de prensa en La Alhambra tras la cumbre hispano-polaca de un día.
Zapatero dijo que España, que ha recibido miles de millones de euros de ayuda de la UE desde 1986, está dispuesta a ayudar a Polonia a utilizar 7.000 millones de euros que recibirá de fondos comunitarios al desarrollo antes de 2013.
Por su parte, el Gobierno finlandés ha propuesto sumarse a esta decisión a partir del 1 de mayo, según un informe conocido el jueves. Un responsable del ministerio de Trabajo señaló que se espera que el Parlamento dé una respuesta a finales de abril.
No obstante, es probable que se mantengan las restricciones en países como Alemania y Francia, donde el "fontanero polaco" se ha convertido en un símbolo de la amenaza de los trabajadores emigrantes para los salarios franceses y el modelo social del país.
/Por Ben Harding/