
Al final, la tan celebrada convergencia tecnológica está a punto de llegar. Hace años que los expertos en este campo vienen profetizando la integración entre el ordenador personal y la televisión.
Han sido décadas de inversiones millonarias que, a menudo, terminaban en fracaso. Decían que la TV -por ser un medio más fácil de utilizar- se iba a comer al ordenador, convirtiendo el salón en el centro del entretenimiento doméstico.
Un combate multimillonario
Ahora, la convergencia está a punto de llegar, pero se mueve en sentido contrario: es el ordenador el que se está comiendo a la TV. La lucha por la conquista del salón deja entrever que lo que está en juego es un combate por un negocio potencialmente millonario. Y puede pasar de todo. Pero en el mercado están a punto de desembarcar productos que parecen destinados a cambiar las reglas del juego.
Steve Jobs, fundador y salvador de Apple, lo viene diciendo desde hace años: la televisión dejará de ser la protagonista. De hecho, la nueva Apple TV, que se pondrá a la venta en febrero por 299 euros, transforma la televisión en un periférico del ordenador o de la impresora, de un disco duro o de un escáner. En términos prosaicos se podría decir que es una caja para atacar a la tele (exclusivamente a los nuevos modelos de alta definición), que recibe vía wi-fi los contenidos multimedia del ordenador de casa (PC o Mac) y los proyecta en la pantalla con un mando espectacular y sencillo con sólo cinco botones. Así se verían desde las fotos de las vacaciones hasta la película del cumpleaños, desde la música en mp3 hasta las películas y los programas de la TV que Apple está intentado asociar desesperadamente a su negocio online de contenidos digitales (el iTunes Store).
Ha comenzado una revolución
La idea de conectar la TV al ordenador con una conexión inalámbrica va a crear escuela, aunque el segundo caso de convergencia es de una naturaleza muy diferente: detrás, está otro genio millonario de Internet, aquel Niklas Zennström que inventó Kazaa (para descargarse música o vídeos) y Skype (para hablar por teléfono a través de la Red). Imaginando, quizás, que la aventura hecha de cinco letras da suerte, Zennström se prepara para lanzar Joost (ya conocido como Vence Proyect). Se trata de un servicio web completamente gratuito, un software que permite ver la TV en el ordenador. El servicio podría debutar entre mayo y junio, y el usuario verá así sus programas preferidos cuando quiera.
El universo del entretenimiento ha cambiado radicalmente: la industria discográfica está en crisis, la cinematográfica teme que le suceda lo mismo y las cadenas de televisión se encuentran con que tienen que competir con los chavales que publican sus películas en YouTube.
La convergencia está llegando. Pero la gasolina de este fenómeno está tanto en el ingenio de unos pocos (como los Jobs o los Zennström) como en la necesidad de muchos: la necesidad de escuchar, mirar y conocer todavía más cosas.