PARÍS (Reuters) - La policía antidisturbios utilizó el jueves gases lacrimógenos para dispersar a los más violentos en las manifestaciones contra el plan de empleo juvenil del Gobierno que ha dañado a la popularidad del primer ministro, Dominique de Villepin.
Varias tiendas de lujo y la exclusiva universidad de Ciencias Políticas cerraron para evitar daños.
Según los dirigentes estudiantiles, más de 300.000 personas acudieron a las distintas convocatorias y 64 de las 84 universidades del país vieron sus clases interrumpidas por los paros. Las autoridades dieron cifras más reducidas.
Las manifestaciones, que han sido hasta ahora mayoritariamente pacíficas, podrían dañar las posibilidades del conservador Villepin en las presidenciales de 2007.
Según las últimas encuestas, su popularidad ha caído por la mayor prueba a su liderazgo en los 10 meses que lleva en el poder.
El CPE, que permitirá el despido de los jóvenes durante un periodo de prueba de dos años sin dar justificaciones, fue el principal objeto de las pancartas y los gritos de protesta.
"Estoy abierto al diálogo en el marco de la ley y a mejorar el Contrato de Primer Empleo", aseguró. "Lo llevaré a cabo porque creo en esta medida".
"Puede que no sea la mejor solución, podríamos mejorarlo, pero al menos estamos dando pasos hacia delante", dijo el ministro de Finanzas, Thierry Breton, en la emisora RMC.
/Por Kerstin Gehmlich y Anna Willard/