Gonzalo Robledo
Tokio, 26 ene (EFECOM).- El intercambio de vehículos entre Nissan y Suzuki anunciado esta semana pone de relieve la necesidad del fabricante dirigido por Carlos Ghosn de recurrir a fórmulas poco habituales para frenar sus caídas dentro y fuera de Japón.
Suzuki, hasta ahora líder en Japón en ventas de coches con motores de menos de 660 centímetros cúbicos (llamados mini-vehículos), entregará a Nissan su modelo "Alto" y a cambio recibirá la furgoneta pequeña "Serena".
El acuerdo es una versión menguada de un ambicioso plan dado a conocer en junio pasado que incluía la construcción conjunta de una fábrica en la India adyacente a las instalaciones de Suzuki en ese país.
Nissan renunció a la idea de colaborar con Suzuki y decidió proseguir con su accionista mayoritario, Renault, y la firma india Mahindra & Mahindra.
Entre las razones del cambio de planes la prensa japonesa destacó la carencia de un puerto que frenaba los planes de Nissan de exportar desde la nueva fábrica.
El fabricante del Pathfinder atraviesa la peor racha desde que Carlos Ghosn tomara las riendas en 1999 y a los descensos en Japón se empiezan a sumar recortes de facturación y ventas en sus mercados foráneos.
Según datos dados a conocer hoy por la empresa, la producción total de 2006 bajó un 7,7 por ciento hasta las 3.238.346 unidades, con descensos notables en Estados Unidos, donde fabricó un 11,1 por ciento menos que en 2005.
Hubo no obstante aumentos destacados en México (12,3 por ciento), ayudado por la producción del nuevo Sentra y el Tiida, y en España, donde el Navara contribuyó a una subida del 6,4 por ciento.
En Japón, las ventas anuales cayeron un 16,8 por ciento hasta las 632.047 unidades, dejando su cuota de mercado en el 17 por ciento.
Al incluir los mini-vehículos, las ventas dentro de Japón cayeron un 11,5 por ciento, hasta las 766.702 unidades, mientras que la cuota del mercado queda en el 13,4 por ciento.
Con el fin de acaparar clientes en la gama de mini-vehículos Nissan empezó a recurrir a fabricantes como Mitsubishi o Suzuki, especialistas en un segmento de mercado de gran demanda en Japón dada la estrechez de las carreteras rurales, el alto rendimiento y su bajo precio.
Sin embargo, el último pacto Nissan-Suzuki ha sido calificado de inusual no sólo por ser un trueque sino por implicar dos modelos de gran popularidad para ambas marcas.
El Serena fue el vehículo más vendido de Nissan en 2006 con 80.000 unidades, mientras que el Alto de Suzuki se situó en el tercer lugar de ventas de los mini-vehículos del año con 110.000 unidades facturadas, según cifras del diario Nikkei.
Para este rotativo económico, Nissan y Suzuki han encontrado un punto de equilibrio en su pacto ya que Nissan evita con un mínimo de inversión perder clientes en una gama de vehículos que se resiste a fabricar.
Suzuki, por su parte, aumenta su presencia en la gama de los compactos, un segmento del mercado que empieza a restar fuerza a su producción de mini-vehículos.
Suzuki espera vender este año 580.000 unidades de mini-vehículos y podría perder por primera vez en 34 años su primera posición en ese segmento frente a Daihatsu, filial de Toyota que espera facturar 620.000 unidades.
En previsión de que el mercado de los coches pequeños y baratos continúe en expansión, Toyota ha anunciado ya su plan de vender dentro de Japón el "vehículo estratégico" de un litro que prepara para las economías emergentes y que, al ser el menos caro de su gama, complicará aún más la situación de sus rivales. EFECOM
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