PARIS (Reuters) - Grandes multitudes de estudiantes, sindicalistas y militantes de izquierda tomaron las calles en toda Francia para presionar al gobierno conservador para que cancele una nueva ley que temen que pueda socavar la seguridad laboral de los trabajadores jóvenes.
La multitud sindical tomaba posiciones mientras la policía antidisturbios se mantenía discreta pero con los ojos puestos en la muchedumbre, para evitar la repetición de las escenas de violencia que se sucedieron el jueves en París durante una manifestación estudiantil.
"Me arriesgo a trabajar durante dos años para nada, sólo para ser despedida en cualquier momento", declaraba Coralie Huvet, una estudiante parisina de 20 años, que llevaba "No a la CPE" escrito en la frente. Señalándose a las lágrimas pintadas en su cara, añadía: "Es deprimente, por eso lloro".
Los principales sindicatos franceses lideraban la marcha de París, seguidos de estudiantes de institutos y universitarios que bailaban y cantaban frente a hileras de trabajadores.
LOS LÍDERES SINDICALES MIRAN AL FRENTE
"Si no nos escuchan tendremos que pensar en movilizar a la huelga general en todo el país", declaró Bernard Thibault, presidente del sindicato pro comunista CGT.
El desempleo es el principal asunto político en Francia, donde la media nacional es del 9,6 por ciento y el paro juvenil duplica esta cifra. Este porcentaje se eleva hasta el 40 ó 50 en algunos de los distritos más pobres, que ya fueron golpeados por disturbios juveniles el pasado mes de agosto.