PARÍS (Reuters) - Los manifestantes salieron de nuevo el martes a las calles de Francia y amenazaron con una huelga general mientras el Gobierno buscaba un modo de salir de la crisis sobre una nueva ley que da a la patronal mayor libertad para despedir a los jóvenes trabajadores.
Los diputados añadieron que el primer ministro, Dominique de Villepin, está dispuesto a suavizar algunos aspectos si no sabotean la ley.
El estudiante Daniel Chastanut, de 19 años, dijo que Villepin podría poner fin a las protestas si "retirara el CPE o al menos lo modificara, por ejemplo, eliminando el periodo de prueba de dos años".
Ministros y políticos conservadores estuvieron de acuerdo en que el Gobierno está dispuesto a reducir a la mitad el periodo de pruebas de dos años y a forzar a los empresarios a que expliquen a los jóvenes trabajadores por qué son despedidos, demandas clave de los que se oponen al nuevo contrato.
"El primer ministro confirmó que no hay cuestiones tabú", dijo Guy Geoffroy tras una reunión del primer ministro con diputados de UMP.
Los empresarios dicen que la ley hace que la contratación sea menos arriesgada, pero también ha cuestionado el periodo de pruebas de dos años.
/Por Matt Bigg y Jon Boyle/