PARÍS (Reuters) - Trabajadores del transporte público, profesores y algunos comerciantes protagonizaron el martes una jornada de huelga nacional para tratar de obligar al primer ministro Dominique de Villepin a eliminar su nueva ley de empleo juvenil.
Los quioscos de periódicos permanecían cerrados y algunos trabajadores de correos y de los medios de comunicación también se unieron a la huelga.
Muchos trenes continuaban con su ruta, entre ellos la línea Eurostar a Bruselas y Londres, pero otros transportes fueron interrumpidos.
"¿Por qué tienen qué hacer que todos los franceses sufran?, dijo una viajera de nombre Patricia en el aeropuerto Charles de Gaulle, donde varios vuelos fueron cancelados. "Vale que estés contra el CPE. Pero ¿por qué bloquear todo el país en lugar de hablar?"
El primer ministro espera que la medida reduzca la tasa actual de desempleo, que actualmente está en el 23 por ciento, pero los sindicatos y los líderes estudiantiles dicen que creará una generación de "trabajadores precarios" porque facilitará el despido de los jóvenes en un periodo de pruebas de dos años.
/Por Timothy Heritage/
