BRUSELAS (Reuters) - El coste de usar el teléfono en el extranjero pero dentro de la Unión Europea se reducirá a la mitad el próximo año según las propuestas perfiladas el martes por la Comisión, una maniobra que golpeará duramente las ganancias de los operadores.
"Es inaceptable que los consumidores sean sancionados en su factura telefónica simplemente por cruzar una frontera", declaró la comisaría de la Sociedad de la Información y los Medios de Comunicación, Viviane Reding, en un comunicado.
Las tarifas de itinerancia para el uso del teléfono móvil en vacaciones o en viaje de negocios se han convertido en la maldición de los turistas, pero los operadores dicen que ayudan a mantener bajos el coste de otros servicios.
La Comisión estima que los ingresos por las tarifas del llamado 'roaming' suponen un total de 10.000 millones de euros, y esta nueva regulación supondría un ahorro para al consumidor de entre el 40 y el 60 por ciento en las llamadas hechas en el extranjero.
"Los operadores perderán los beneficios excesivos que están logrando", dijo Peter Rodford, un alto responsable comunitario.
Reding declaró que la regulación propuesta recortaría las tarifas por recibir llamadas en el extranjero, y los consumidores pagarían por las llamadas locales e internacionales realizadas en el extranjero la misma tarifa que si estuvieran haciendo sus llamadas en casa.
Tras una evaluación de las repercusiones, la Comisión podría adoptar la propuesta en junio. Luego el reglamento tendría que ser aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros.