PARÍS (Reuters) - Los asediados líderes franceses instaron el sábado a los estudiantes y sindicatos a negociar después de que el anuncio del presidente Jacques Chirac de presentar enmiendas para modificar la controvertida ley laboral juvenil no pusiera fin a semanas de manifestaciones y violencia.
El esperado discurso de Chirac se enfrentó a un rechazo completo de sus oponentes y una acogida poco entusiasta de un periódico favorable.
Los líderes empresariales temen que más protestas puedan dañar la imagen de Francia y golpear la inversión y el turismo, sobre todo porque los disturbios sucedieron poco tiempo después de los hechos de vandalismo protagonizados por jóvenes de los suburbios pobres de las principales ciudades del país a finales del año pasado.
"Pero primero, nada más comenzar la semana que viene, haremos todo lo posible para iniciar un diálogo con todos los sindicatos y los jóvenes que quieran participar", dijo a periodistas. "Sólo después de estos intercambios presentaremos la nueva ley al Parlamento".
Chirac dijo que promulgaría la ley pero en realidad la anuló al decirle a Villepin que la actualizara de inmediato con enmiendas que acorten el período a un año y obliguen a los empleadores a justificar los despidos.
¿DÍA DE LOS INOCENTES?
"Esta confusión no puede detener la crisis", publicó el periódico izquierdista Liberation, criticando a Chirac por firmar la controvertida ley pero pedir que no se utilice hasta que se modifiquen las medidas más controvertidas.
"Para evitar una crisis, se arriesgan a parecer ridículos. Espero que no acabe en ambas cosas".
/Por Tom Heneghan/