Empresas y finanzas

Hugo Chávez no descarta emprender nacionalizaciones masivas

Omar Lugo

Río de Janeiro, 19 ene (EFECOM).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó hoy, en declaraciones a Efe, que emprenderá nacionalizaciones masivas "en caso de que sea necesario" y si las empresas privadas se niegan a cumplir una función social.

No obstante, dijo que no tiene planteado por ahora nacionalizar grandes empresas básicas de minería y metales, como la siderúrgica Sidor y la fabricante de aluminio Alcasa, que operan en el estado de Bolívar (sur).

En declaraciones efectuadas tras la Cumbre del Mercosur, Chávez dijo que todo dependerá de las circunstancias.

"Creo que no. No tenemos eso en los planes. Ahora, dependerá. Los procesos son dinámicos. Si esas empresas privadas, nacionales o trasnacionales, no entienden el proceso y quieren sabotearlo, las nacionalizaremos, sean cuales sean", dijo Chávez sobre los próximos pasos de sus reformas económicas.

El ex militar, reelegido para gobernar al menos hasta el 2013 el quinto mayor exportador de petróleo del mundo, promueve profundas reformas económicas y nacionalizaciones de empresas de telefonía y energía en un proceso que define como "revolución bolivariana" rumbo al "socialismo del siglo XXI".

Sus anuncios, hasta ahora poco explicados, alimentaron incógnitas dentro y fuera de Venezuela y fueron interpretados por sus críticos como un paso al comunismo, lo que él niega.

"No estamos planteándonos el comunismo. Creemos y queremos que el sector privado nacional se incorpore (al proceso), pero subordinando sus intereses egoístas", aseguró cuando se le preguntó sobre la situación de la propiedad privada en su nuevo gobierno.

Dijo que impulsará el "cooperativismo" y la cogestión de empresas entre propietarios y trabajadores.

Chávez es el más cercano aliado de Cuba, que tiene uno de los últimos gobiernos comunistas del mundo.

Pero afirmó que la orientación económica de su proyecto responde a un modelo propio y "está en plena construcción".

Afirmó que pretende construir un modelo económico "productivo, diversificado". Pero recalcó, como lo ha hecho otras veces, que a su juicio "la propiedad privada no es sagrada, sagrado es Dios".

Chávez, señalado por sus opositores como un "autócrata" que quiere concentrar en sus manos el poder de todas las instituciones, fue reelegido en diciembre por un 65 por ciento de los votos válidos en un proceso con una abstención del 25 por ciento y en el que la oposición obtuvo el 39 por ciento.

Ahora se apresta gobernar por decreto durante 18 meses gracias a una ley de poderes especiales ya aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional.

Aseguró que, desde 1999, cuando asumió por primera vez la Presidencia, "el tránsito de Venezuela del capitalismo al socialismo ha sido eficiente".

"La economía venezolana de hoy qué distinta es a la de hace ocho o veinte años atrás. Antes era totalmente dependiente del imperio norteamericano. Estaba secuestrada con nuestro petróleo y materias primas. Éramos dependientes del Fondo Monetario Internacional", afirmó.

"Hoy somos libres y estamos construyendo un modelo económico nuevo, productivo, diversificado", aseguró.

El Gobierno de Chávez se ha beneficiado de los más altos precios petroleros en casi diez años, lo que le permitió emprender grandes inversiones sociales y ayudar a otros países, algo que para sus opositores es un esfuerzo por "comprar" apoyos externos e internos.

El gobernante de 52 años rechazó otra vez comparaciones con los antiguos países comunistas.

"Son contextos muy distintos a los de Europa Oriental. La Unión Soviética fracasó con todo su poderío. Una de las razones del fracaso de aquellos países es que copiaron el modelo soviético y algunos ni lo copiaron, se los impusieron", señaló.

En cambio, en su proceso político y económico, dijo a Efe, "el papel de la propiedad privada deberá ser cumplir una tarea social, una función social subordinada al imperio de la ley".

Venezuela es uno de los países latinoamericanos con mayores reservas de oro, minerales y piedras preciosas, pero esta riqueza, sostuvo, no deja nada al país y provoca un enorme impacto ambiental.

"No deja impuestos, ahí reina el contrabando", dijo al prometer poner orden en este turbio negocio dominado por empresas extranjeras y nacionales, pequeños mineros y, según ecologistas y opositores, también por mafias privadas, del gobierno y militares.

"No queremos acabarla sino reducirla", afirmó sobre la industria de extracción de oro y la necesidad de "reeducar" a los pequeños mineros. EFECOM

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