
La Seda de Barcelona es un barco que intenta rectificar el rumbo para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores levante la suspensión de sus acciones y que éstas vuelvan a cotizar.
Ayer el presidente de la compañía, Joan Castells, presentó la dimisión y el consejo de administración decidió sustituirlo por José Luis Morlanes, hasta ayer consejero y presidente de la comisión de auditoría de la compañía.
Morlanes es un hombre muy cercano a Rafael Español, quien presidió la compañía hasta hace una semana. Español se vio obligado a presentar la dimisión, ya que el resto de socios de La Seda consideraron que las cuentas presentas por el equipo gestor no reflejaban la realidad contable de la sociedad, tal y como denunció el auditor independiente. Éste fue el principal motivo por el que la CNMV suspendió la cotización de las acciones.
Morlanes entró en el consejo de La Seda en junio de 2001 de la mano de Español y ocupó el cargo de director general en 2004, mientras el propio Español era presidente ejecutivo.
Sin embargo, mientras Rafael Español siempre se le ha relacionado con el entorno de CiU (incorporó en sus momento al propio Artur Mas al consejo de La Seda), Morlanes está mucho más relacionado con el aparato político del PSC. De hecho, Morlanes ha sido presidente del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, uno de los feudos históricos del partido que preside José Montilla.
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