Empresas y finanzas

Ejecutivos de bancos rescatados en EEUU siguieron usando los aviones corporativos para uso personal

Algunos ejecutivos de bancos ayudados por Estados Unidos podrían haber retenido un privilegio muy codiciado: el uso personal de los aviones de la compañía, tal y como desvela hoy el diario financiero The Wall Street Journal.

Los archivos de los vuelos consultados por el rotativo muestran que en numerosas ocasiones bancos que recibieron ayudas volaron con sus aviones cerca de casas de sus ejecutivos en lugares tan dispares como Europa, México, el Caribe el sur de Florida o Aspen, en Colorado y famoso por sus pistas de esquí.

En algunos casos, como publica el Journal, está claro que los ejecutivos de las entidades estaban viajando por razones personales: muchos de ellos eran en fines de semana o épocas de vacaciones y no estaban registrados ni los pasajeros ni el propósito de los vuelos.

Regions Financial, por ejemplo, recibió 3.500 millones de dólares, mientras que 12 días después, el día de antes de Acción de Gracias, dos aviones de la entidad volaron con apenas unos minutos de diferencia hacia un aeropuerto pequeño del oeste de Virginia. El destino, el exclusivo resort Greenbrier, donde el consejero delegado de la compañía, C. Dowd Ritter, y su familia pasaron cuatro días, según las fuentes del diario.

El Journal ha identificado hasta 14 bancos ayudados que tienen aviones registrados a su nombre y después ha revisado los archivos de la Federal Aviation Administration desde octubre hasta marzo.

Estas revelaciones llegan en plena polémica sobre las compensaciones a los banqueros rescatados por el Gobierno de EEUU. De hecho, en enero hubo un gran revuelo tras conocerse que Citi pensaba comprar un jet para su flota.

Bancos y otras empresas suelen tener aviones y a veces permiten a sus ejecutivos darles uso personal. En Regions Financial, los estatutos señalan que el consejero delegado debe usar siempre el avión de la empresa u otros aviones no comerciales a menos que sea más eficiente y no acarree riesgos no razonables.

Algunas entidades que han recibido ayuda federal han decidido frenar el uso de los aviones propios en los últimos meses.

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