PARÍS (Reuters) - Cientos de miles de estudiantes salieron el martes a las calles de Francia en nuevas protestas destinadas a dar el toque de gracia a la polémica ley de empleo juvenil, mientras trabajadores ferroviarios y profesores llevaron a cabo paros para mostrar su simpatía con los manifestantes.
Los primeros recuentos sugirieron que la asistencia podría alcanzar a la de hace una semana, cuando entre uno y tres millones de personas tomaron parte en una de las jornadas de protesta más grandes vividas en los últimos 50 años en el país.
"La única solución es desecharla (la ley)", dijo Lisa Mancin, estudiante de 18 años, antes de la principal marcha por el centro de París, que empezó en un ambiente de fanfarria y al cántico de "¡Resistencia, una vez más!".
El ambiente era festivo y había poca presencia policial, principalmente en los laterales de las calles.
Sin embargo, la interrupción en los servicios fue menor que hace una semana, y los sindicatos ferroviarios dijeron que circulaban el 80 por ciento de los trenes, y que las redes de metros funcionaban con normalidad.
"Espero que las manifestaciones nos ayuden a atestarle el golpe mortal", dijo el responsable del sindicato CGT, Bernard Thibault, sobre el Contrato del Primer Empleo (CPE), que da a las empresas el derecho a despedir a los trabajadores de menos de 26 años durante un período inferior a dos años.
"Estamos dispuestos a recibir a los sindicatos, a escucharlos. No habrá límites a las conversaciones", dijo Bernard Accoyer, portavoz parlamentario de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) de Chirac a la radio francesa.
/Por Anna Willard/