Ford podría haber alcanzado un acuerdo con el mayor fabricante privado chino de coches, Geely, para la venta de su filial Volvo, según informa hoy la prensa china. De hecho, de acuerdo con dichas noticias no sólo habrían sellado un pacto para la compra de la marca sueca, sino que ya hay planes para fabricar el modelo XC90 en la ciudad cantonesa de Dongguan. Bruselas autoriza la ayuda de España a la planta de Almussafes.
Consultada por Efe, Ford China no confirmó ni desmintió la noticia y recordó que no hace comentarios sobre "especulaciones".
Uno de sus portavoces, Lingfang Ouyang, aseguró que la compañía no tiene "nada que anunciar por el momento" y se limitó a recordar que Volvo está en venta pero que en estos momentos "es prematuro hablar de precios, fechas o potenciales compradores".
Firme candidato
Por su parte, en la oficina del portavoz de Geely, Zhang Xiaodong, nadie contestó a las llamadas de Efe, aunque hace semanas que el fabricante chino no responde a los medios, mientras el nombre de la firma china lleva meses sonando como candidato a comprar marcas europeas como Volvo y Saab, que finalmente ha sido adquirido por Koenigsegg.
Según Jia Xinguang, de la Corporación Nacional de Consultoría y Desarrollo de la Industria Automotriz de China, Ford no se deshará de Volvo por menos de 3.000 millones de dólares, ya que la compró en 1999 por 6.490 millones de dólares, recoge hoy el diario Shanghai Daily.
Varias fuentes no identificadas del sector aseguraron a ese periódico chino que una delegación de Geely ha visitado ya la sede central de Volvo en Göteborg (Suecia).
Otros fabricantes chinos, como la Corporación Industrial del Automóvil de Pekín (BAIC) y Changan, también habían sido barajados por la prensa como posibles compradores, y mientras BAIC dijo hace días que no descartaba pujar por Volvo, Changan y Geely evitan desde febrero pasado comentar una posible compra de la marca sueca.
Este mes se anunció también que la compañía china de maquinaria pesada Sichuan Tengzhong comprará la marca de todoterrenos Hummer al fabricante estadounidense General Motors (GM), aunque el acuerdo aún está pendiente de la aprobación del Gobierno chino.
