NUEVA YORK (Reuters) - Los bancos estadounidenses U.S. Bancorp, JPMorgan Chase y BB&T Corp cancelaron el miércoles miles de millones de dólares en fondos de rescate del Gobierno de Estados Unidos, convirtiéndose en los primeros en hacerlo al anticiparse a las otras siete entidades autorizadas para devolver el dinero.
JP Morgan, que devolvió 25.000 millones de dólares (unos 18.000 millones de euros); U.S. Bancorp, que cancela 6.600 millones de dólares; y BB&T, con 3.100 millones de dólares, también señalaron que pretenden recomprar las garantías por sus acciones comunes del Tesoro de Estados Unidos.
El Tesoro estadounidense dijo la semana pasada que los bancos que cancelen los fondos de rescate también podrán recomprar estas garantías, que dan al Gobierno el derecho de comprar acciones comunes a un precio determinado durante hasta 10 años.
Los bancos pueden recomprar las garantías a "precio justo de mercado", afirmó el Tesoro. U.S. Bancorp, JPMorgan y BB&T no explicaron cómo, cuándo o a qué precio comprarían las garantías.
También se espera que otros grandes bancos realicen sus pagos el miércoles. Goldman Sachs Group ha dicho que lo hará, y una persona familiar a la situación señaló que también Morgan Stanley pretendía hacer lo propio.
Ambos bancos recibieron 10.000 millones de dólares del Programa de Alivio para Activos en Problemas, conocido como TARP.
El periódico The Wall Street Journal informó la semana pasada de que también se esperaba que American Express pague el miércoles sus ayudas.
Los otros grandes bancos que recibieron autorización del Gobierno para pagar los fondos recibidos del TARP son Bank of New York Mellon, Capital One Financial, Northern Trust y State Street.
Como condición para poder devolver los pagos, los bancos debían demostrar que podían recaudar dinero desde el sector privado a través de venta de acciones y emisión de deuda sin la ayuda de garantías de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC, en sus siglas en inglés).
La Reserva Federal también debía aceptar que sus niveles de capital eran los adecuados para seguir realizando préstamos.
Se ha permitido a unos 22 bancos más pequeños que cancelen toda o parte de su deuda, aunque la mayoría aún tiene que negociar los términos para recomprar o extinguir las garantías gubernamentales para comprar sus acciones comunes.