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Simpatizantes de Musavi buscan mantener la presión en Irán

TEHERÁN (Reuters) - Los seguidores del derrotado candidato presidencial iraní Mirhosein Musavi buscan mantener la presión con nuevas protestas el miércoles, debido a una controvertida elección que ha llevado a los mayores disturbios en el país desde la revolución islámica de 1979.

A pesar de que las autoridades están dispuestas a realizar un recuento parcial, los partidarios de Musavi planean un quinto día de protestas desde la elección del viernes, en la que el presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad fue declarado oficialmente como ganador por una enorme diferencia.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ha buscado una nueva relación con Irán y ha pedido a sus líderes que "aflojen el puño", dijo que las manifestaciones en Irán, muestran que "el pueblo iraní no está convencido de la legitimidad de las elecciones".

Siete personas murieron el lunes en una gran protesta de la oposición en el centro de Teherán y Mousavi instó a sus partidarios a suspender un mitin planeado en la misma zona para el día siguiente.

Miles de sus simpatizantes marcharon el martes en el norte de Teherán hacia el edificio del canal estatal de televisión IRIB, que fue rodeado por policía antidisturbios, dijeron testigos.

Nuevamente llevaban fotografías de Musavi, las cintas y prendas del color verde de su campaña y hacían la señal de la victoria. Algunos estaban enviando mensajes para reunirse nuevamente el miércoles en una manifestación en la plaza Haft-e Tir del centro de Teherán.

En un aparente intento por impedir la protesta de la oposición en el centro de la capital, simpatizantes de Ahmadineyad movilizaron a decenas de miles de personas al mismo lugar donde partidarios de Musavi habían programado una nueva manifestación.

En la que pareció ser la primera concesión de las autoridades al movimiento de protesta, el principal organismo legislativo de Irán dijo que estaba preparado para un recuento parcial de los votos, pero descartó la anulación de la elección.

La decisión fue tomada por los 12 miembros del Consejo de Guardianes, después de los disputados comicios en los que el presidente Ahmadineyad fue declarado ganador para un segundo período con una cómoda ventaja.

Nuevas protestas, especialmente si se mantienen en la misma escala, serían un desafío directo a las autoridades que han mantenido un fuerte control de la disidencia desde el derrocamiento del sha, apoyado por Estados Unidos, en 1979 tras meses de manifestaciones.

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