Empresas y finanzas

Iberdrola fuerza a ACS a desembolsar 150 millones para mantener su peso

Florentino Pérez, presidente de ACS, e Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Foto: Guillermo Rodríguez

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha puesto otra piedra en el camino a ACS, al aprobar por sorpresa una ampliación de capital del 5 por ciento, que diluye ligeramente el peso del grupo de infraestructuras en el accionariado de la eléctrica.

Dicho de otro modo, con esta jugada, el poder de la compañía presidida por Florentino Pérez baja del 12,6% actual al 12%, salvo que ACS acepte desembolsar los 145 millones de euros que, tomando como referencia el precio de cierre de Iberdrola de ayer, necesitaría para mantener sus posiciones tras la ampliación.

Y eso si Iberdrola se conforma con los mínimos, es decir, con colocar en el mercado un nuevo 4,3% de títulos (227 millones de acciones). Porque, en realidad, la eléctrica puede llegar hasta el 5,2% (272 millones de títulos), lo que exigiría al grupo de infraestructuras conseguir un cheque de 175,8 millones de euros para mantener su poder.

Reducir deuda

Lejos de entrar en polémicas, desde Iberdrola aseguran que este movimiento responde a los esfuerzos que está realizando la compañía para reducir su endeudamiento.

De hecho, con los 1.500 millones de euros que podría llegar a embolsarse en la banda más alta de la ampliación, más los 2.500 millones que prevé conseguir a lo largo de este año con ventas de activos no estratégicos, y los 2.400 millones que le corresponden del déficit tarifario, Galán aspira a recortar sus compromisos financieros en 3.000 millones de euros.

Y no sólo eso. Todos estos pasos le permitirán también mantener el dividendo, a pesar de las dificultades que vive la economía mundial.

Curiosamente, el principal beneficiado de esta política de retribución al accionista es ACS, que ayer descartó hacer ningún comentario sobre esta ampliación de capital. No obstante, en reiteradas ocasiones, Florentino Pérez ha reconocido su intención de alcanzar el 20 por ciento del capital de la eléctrica y contar, al menos, con un consejero.

Los constantes obstáculos que le ha puesto Galán para conseguir sus objetivos han llevado al presidente de ACS a plantearse una batalla legal dirigida a lograr que se le reconozcan sus derechos como primer accionista de la eléctrica.

Tras este interés por incorporarse al Consejo de Iberdrola, se esconde el deseo de ACS de poder consolidar su participación en la eléctrica, un movimiento que le inyectaría unos 300 millones de euros de beneficio.

Colocación acelerada

Según el acuerdo al que llegó ayer el Consejo de Administración de Iberdrola, la ampliación de capital se llevará a cabo mediante una colocación privada y limitada a inversores cualificados e institucionales. Durante un periodo de apenas tres días, las entidades JP Morgan, Merrill Lynch y Morgan Stanley recibirán las órdenes de suscripción de los interesados, aunque cabe la posibilidad de una prórroga.

Una vez cerrado el periodo de prospección, se determinará el precio de la oferta, se seleccionarán las propuestas y se adjudicarán los títulos correspondientes a cada uno de los elegidos que, sin embargo, quedarán fuera del reparto de dividendo previsto por la eléctrica para el próximo 1 de julio. Santander actúa como codirector de la ampliación y agente.

Iberdrola cerró ayer con una caída del 1,01 por ciento, hasta 5,9 euros por acción; mientras que los títulos de ACS se revalorizaron un ligero 0,36 por ciento, hasta 36,50 euros.

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