SEÚL (Reuters) - Fiscales de Corea del Sur trataban de detener el jueves al presidente del consejo de administración de Hyundai Motor por acusaciones de malversación de fondos de la compañía.
Los analistas temen que el eventual arresto lleve al mayor productor de automóviles del país a un vacío de poder y acabe con sus ambiciones de convertirse en la quinta mayor automotriz del mundo en el 2010.
Las acciones de Hyundai Motor cayeron un 3 por ciento después del anuncio, aunque el ministro de Finanzas de Corea del Sur intentó calmar a los inversores, al decir que esperaba que el caso tuviera un impacto limitado sobre la economía.
La investigación se ha centrado en cómo operan los conglomerados familiares del país, o "chaebol", a través del traspaso de fondos entre las empresas del grupo, usando complejas redes de participación accionaria para controlar sus negocios.