MADRID (Reuters) - La arquitectura española está viviendo una ola de éxito internacional, impulsada por un generoso gasto público en nuevos edificios y en la voluntad de romper con el pasado y experimentar con atrevidas formas y estructuras.
"Si tuviera que elegir la nación que está moviéndose más rápidamente en términos culturales, diría España", dijo a Reuters el veterano arquitecto británico Richard Rogers.
La oleada creativa se ha visto impulsada por años de crecimiento económico y un sólido gasto gubernamental en edificios públicos, caminos y vías férreas, a menudo con la ayuda de fondos de la Unión Europea.
"En los últimos 20 años, el país ha emprendido la más extensa construcción y reconstrucción de su infraestructura civil desde los romanos", dice Riley, director del museo de arte de Miami, en un ensayo que forma parte de la exposición del MOMA.
Los pueblos y ciudades españolas están llenos de edificios de siglos de antigüedad, algunos restaurados y otros en varios grados de deterioro, pero esto no limita a los arquitectos modernos, dice Simon Smithson, jefe de proyecto de la terminal de Barajas.
La mayor obra reciente de Barcelona es la orgánica torre azul y roja, diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel.
En Murcia, el español Rafael Moneo diseñó un cubo a modo de extensión del Ayuntamiento que contrasta con la catedral del siglo XIV.