La crisis del consumo está lastrando la evolución de muchos negocios en nuestro país. Uno de ellos es la actividad de tarjetas bancarias, que ha crecido de forma exponencial en los últimos años. En el primer trimestre de 2009, el uso del 'dinero de plástico' cayó por primera vez tanto para realizar el pago de las compras en los comercios como para sacar dinero de los cajeros.
Según los datos publicados por el Banco de España, en los tres primeros meses de 2009 el volumen de estas operaciones bajó el doble en el cuarto trimestre de 2008, cuando el importe de las compras realizadas rompió su histórica tendencia alcista. La cuantía se recortó hasta los 20.823 millones de euros, un 6% en relación al primer trimestre de 2008.
Es más, las operaciones de pagos con tarjetas en los establecimientos disminuyeron ligeramente, lo que supone el primer descenso desde que hay registros oficiales. Entre enero y marzo, se realizaron 472,25 millones de transacciones, un 0,09% menos que en el mismo periodo del ejercicio pasado.
Dificultades económicas
Estos datos ponen de manifiesto las dificultades por las que atraviesan miles de hogares españoles y los planes de ahorro puestos en marcha por otros miles. Aunque también reflejan que los ciudadanos ya han sacado de la cartera las tarjetas, ya sean de débito como de crédito, porque la retirada de efectivo en los cajeros automáticos también ha disminuido en los inicios de 2009.
En el primer trimestre, los españoles mermaron más de un 3 por ciento el uso de los cajeros para sacar dinero, lo que llevó a rebajar su volumen en la misma proporción.
La menor actividad en el segmentos de tarjetas bancarias se produce en un momento en que las entidades confían en este negocio, como se demuestra que el parque de terminales para el pago con tarjeta y la red de cajeros siga en aumento, y que las comisiones por su utilización aumenten en los últimos meses de forma progresiva, para compensar la caída de los ingresos por el desplome de otros productos, como los fondos de inversión.
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