VIENA (Reuters) - El presidente boliviano, Evo Morales, ratificó el jueves que su Gobierno no indemnizará a las petroleras extranjeras por su decisión de nacionalizar los hidrocarburos, al tiempo que criticó a la brasileña Petrobras por operar "ilegalmente" en su país.
Vestido con un tradicional abrigo boliviano y camisa abierta, Morales concentró toda la atención de la prensa en Viena, donde el viernes comenzará la IV Cumbre de líderes europeos y latinoamericanos.
Además de poner en manos del Estado la producción de crudo y gas natural del país, la medida incluyó la expropiación parcial de dos refinerías de Petrobras en Bolivia y de la filial local de la petrolera española Repsol-YPF, por las que La Paz está dispuesta a compensar a las compañías.
"Petrobras operaba con contratos ilegales, inconstitucionales, que no respetaban las normas bolivianas", dijo en referencia a que los contratos nunca fueron ratificados por el Congreso boliviano como marca la ley.
"Espero que podamos alcanzar un buen acuerdo. Si no, iremos a los tribunales", dijo el consejero delegado de Repsol, Antonio Brufau, en una presentación a analistas.
Una portavoz de la petrolera en Rio de Janeiro dijo a Reuters que la compañía no iba a realizar comentarios sobre la acusación del presidente boliviano.
Chávez, quien viene aumentando desde hace tiempo su influencia sobre los países sudamericanos con numerosos acuerdos que siempre incluyen ventas de petróleo en condiciones muy favorables, apoyó la nacionalización boliviana.