Budapest, 3 ene (EFECOM).- Los húngaros viven un inicio de año marcado por aumentos de precios en los servicios de energía, agua y transporte, entre otros, que en algunas ciudades incluso superan el 60 por ciento y que tiene como objetivo sanear las cuentas públicas del país.
El alza que más afecta a las familias magiares es el de la calefacción centralizada, con una subida media de entre un 30 y 35 por ciento, a pesar de que en la ciudad de Györ, al oeste de la capital el ayuntamiento local decidió aumentar un 64 por ciento.
A pesar de que el gobierno socialdemócrata elaboró un programa de compensación para los hogares más pobres, las instituciones locales informaron de que -debido al complicado procedimiento- hasta ahora sólo la mitad de los afectados han pedido subsidios.
Los aumentos son parte del programa del gobierno socialdemócrata que va dirigido al saneamiento de las cuentas públicas, que prevé para este año reducir el déficit público del 10 por ciento en 2006 al 6,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2007.
Los precios del transporte público local aumentaron entre el 6 y 40 por ciento, mientras que el agua subió un 30 por ciento.
Las estimaciones indican que en 2007 la inflación en Hungría será de al menos un 6,5 por ciento y por los aumentos de precios se teme que el valor real de los salarios baje un 4 por ciento este año.
También aumentarán los precios de los medicamentos y de la sanidad en general, ya que la seguridad social disminuyó el subsidio a medicamentos en un promedio del 10 por ciento.
Por otra parte, los húngaros pagarán más impuestos, ya que el ejecutivo decidió suspender varios subsidios que prestaba en relación con la construcción de viviendas, la adquisición de ordenadores o al trabajo intelectual. EFECOM
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