Empresas y finanzas

Los ecologistas acusan al Gobierno británico de promover vuelos frente a tren

Londres, 3 ene (EFECOM).- Los ecologistas británicos han acusado al Gobierno laborista de promover los viajes en avión frente al tren, mucho menos contaminante, al no poner coto a las continuas subidas de las tarifas ferroviarias.

Un sesenta por ciento de los billetes de tren puestos a la venta por las empresas privadas del sector no está sometido a regulación tarifaria alguna, y este año los precios han vuelto a subir un 8.4 por ciento, el triple de la inflación oficial prevista.

Eso hace que un billete abierto de ida y vuelta entre Londres y Manchester cueste ya el equivalente de 325 euros en clase turística y hasta 500 euros en primera.

Según el sindicato de transportes TSSA, con el nuevo incremento, las tarifas ferroviarias británicas son "con mucho las más altas de Europa".

Para Michael Meacher, ex secretario de Estado de Transportes, el Gobierno ha "desperdiciado una oportunidad de oro para hacer hincapié en los beneficios de los transportes públicos y de la lucha contra el cambio climático".

Los ferrocarriles británicos han registrado últimamente una fuerte demanda pese a su mala imagen y las empresas que los gestionan suben las tarifas en lugar de hacer nuevas inversiones para afrontar el problema, lo que significa que mucha más gente optará por el avión.

Los viajeros más afectados por las subidas de tarifas son los obligados a viajar en horas punta: el billete normal abierto entre Londres y Glasgow (Escocia) cuesta ya el equivalente de 358 euros y el de Londres a Plymouth, 317.

Las personas que tienen que viajar por su trabajo se ven más afectados por las subidas que los que pueden hacerlo en cualquier momento e incluso planear el viaje con mucha anticipación.

Así, un billete de Londres a Manchester puede costar sólo 19 euros si se reserva varias semanas antes de emprender el viaje.

Pero son precisamente los que viajan por trabajo los que más tentados están a sustituir el viaje en tren por el avión cuando se disparan las tarifas, lo que constituye un potencial desastre desde el punto de vista de la defensa del medio ambiente.

"Las emisiones de dióxido carbono de un viaje por ferrocarril de Londres a Bruselas son sólo un diez por ciento de las derivadas de un viaje en avión", según Jason Torrance, del grupo "Transport 2000", que propugna una utilización racional de los transportes públicos.

Según el portavoz para el Medio Ambiente del Partido Liberal Demócrata, Chris Huhne, los costos del uso del automóvil privado no han dejado de bajar mientras que los del transportes público no han hecho más que subir en el Reino Unido, contradiciendo las supuestas preocupaciones ecológicas del Gobierno de Tony Blair.

Para Chris Grayling, portavoz para temas de transporte de la oposición conservadora, "las elevadas tarifas ferroviarias son parte de la estrategia gubernamental para hacer frente al hacinamiento de los viajeros en los trenes". EFECOM

jr/cg

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