Londres, 3 ene (EFECOM).- Los transportes públicos londinenses han subido un 33 por ciento, a partir del dos de enero, lo que los convierte en los más caros del mundo, según sus críticos.
Tras ese aumento de tarifas, un viaje en metro en la zona 1 (centro) de la capital cuesta ya cuatro libras (casi seis euros) y en autobús, dos libras (cerca de tres euros).
Con estos espectaculares aumentos de tarifas, el Ayuntamiento de Londres pretende obligar a los pasajeros a utilizar tarjetas magnéticas en lugar de pagar en efectivo ya que resultan más baratas.
Según el portavoz para temas de transportes del Partido Liberal Demócrata, Geoff Pope, los londinenses están "ya pagando un alto precio con el hacinamiento en los transportes públicos y su poca fiabilidad".
"Las tarifas mensuales que pagan quienes viajan regularmente a su trabajo constituyen una auténtica extorsión: doblan las vigentes en Nueva York, París o Roma", denunció Pope.
Los liberales demócratas han publicado, por otro lado, cifras según las cuales un viaje en tren entre Madrid y Barcelona o entre París y Burdeos cuesta menos de la mitad que uno entre Londres y Edimburgo aunque la distancia entre estas dos últimas ciudades sea superior en sólo una veintena de kilómetros. EFECOM
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