A finales del año pasado se contabilizaban 875 cadenas franquiciadoras en España; es decir, un crecimiento de 32 enseñas más en sólo medio año. Sin embargo, uno de los datos más importantes del estudio que presentó la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), en la decimoquinta edición de la feria que se celebró recientemente en Ifema, era el relativo a la facturación ya que, a pesar de la crisis, el sector facturó un 0,5 por ciento más que en 2007.
Los sectores de la alimentación y hostelería, siguen en los lugares más destacados de una hipotética clasificación, pero ¿son realmente los mejores si alguien quiere emprender o invertir en uno de estos negocios? La respuesta es que depende del capital inicial con el que se cuente.
Este diario ha hecho un estudio pormenorizado de cuáles son las mejores alternativas de inversión, teniendo en cuenta no sólo su rentabilidad, sino sus opciones de futuro y, naturalmente, las más asequibles para quien no tiene mucho dinero porque, en muchas ocasiones, el problema es de liquidez.
Como señala el presidente de la AEF, Xavier Vallhonrat, "tenemos gente emprendedora y con ganas de montar negocios, pero el problema está en que los bancos boicotean el sistema y no conceden préstamos".
Bancos que no cumplen
Para Vallhonrat, "de nada vale que el Gobierno haga 800 planes, si luego las entidades bancarias no los cumplen. El dinero no está llegando ni a las empresas, ni a los emprendedores, ni a aquellos que quieren montar una franquicia. Porque los bancos confunden los términos ganar dinero con prestar dinero".
"Cuando algún franquiciado llega a pedir un crédito del ICO, nadie sabe cómo ocurre, pero nunca o casi nunca lo conceden. Se lo queda la entidad bancaria "para otras cosas" y a cambio ofrece otros créditos a un interés desmedido, o ante el que hay que presentar unas garantías imposibles", añade.
Xavier Vallhonrat sugiere que la solución pasaría porque estos créditos los gestionara directamente el Banco de España, "pero sé que eso es imposible, porque el poder no lo tiene el Gobierno, sino el dinero. Estoy cansado de ver a gente emprendedora que quiere hacer cosas y no puede".
Esta es la situación, pero si uno tiene la suerte de contar con cierta liquidez aún le quedan algunas opciones. Una de ellas es establecer un primer negocio en casa, como por ejemplo, relacionado con el vending o la comercialización de servicios, como destaca María Dolores Sevillano, directora de la consultoría Tormo & Asociados.
"Una vez que el futuro franquiciado da este primer paso, puede optar por alquilar un local para establecer el negocio", dice Sevillano, quien añade: "y no en todos los casos se necesita una inversión alta". Estas franquicias más "asequibles", pero no por ello menos rentables, pertenecen al sector de los servicios especializados como los cuidados estéticos y fotodepilación, las escuelas infantiles, las que imparten cursos varios y de idiomas, o el reciclado de consumibles de informática. A este listado, Sevillano suma también el negocio del retail orientado a la infancia (ropa, juguetes y accesorios).
Segunda mano
Otros negocios que funcionan son los relacionados con el ahorro, tanto en la alimentación como en la moda. De ahí el éxito de las Retoucheries (arreglos), como las tiendas que venden ropa de segunda mano. Xavier Vallhonrat añade que también son franquicias de mucho futuro las del sector de energías renovables y los servicios asistenciales (residencias de ancianos, asistencia a domicilio, etcétera). "No hay que olvidar", recuerda, "que estamos ante negocios (la franquicia) que se dedican a la comercialización y su éxito depende de las tendencias de cada momento".
Gestionar bien
Los expertos creen que lo más importante antes de convertirse en franquiciado es optar por un sector que se pueda gestionar bien. María Dolores Sevillano cree que hay que contar con capital -independiente a la financiación ajena-, y asesorarse bien sobre los requisitos que impone el franquiciador, ya que es reponsable del modelo. ¿El fallo más habitual? Equivocarse en la ubicación del local y seleccionar mal el concepto de negocio. Luego hay que tener suerte.
