MADRID (Reuters) - Banco Santander inaugurará un nuevo sistema de retribución para los accionistas, que consiste en ofrecerles en uno de los cuatro dividendos anuales la posibilidad de optar entre recibir efectivo o acciones nuevas de la entidad, en una medida que tendría un impacto marginal en resultados y capital, explicó el lunes el director financiero del banco.
"La medida no tiene ningún objetivo concreto más allá de ofrecer al inversor la opción que más le convenga (con ventajas fiscales) y no tiene como fin reforzar sustancialmente el capital de la entidad", dijo José Antonio Álvarez, director financiero de SANTANDER (SAN.MC)
La junta de accionistas del 19 de junio de Santander aprobará para tal medida una ampliación de capital por un máximo de 1.000 millones de euros.
Según esta propuesta, Banco Santander ofrecerá a sus accionistas la posibilidad acogerse a un programa conocido en el mercado anglosajón como 'scrip dividend'. El inversor puede escoger, en este caso en la fecha del segundo dividendo a cuenta del año (noviembre), entre recibir efectivo o acciones.
El banco explicó que si el inversor minorista español quiere recibir su retribución en efectivo deberá dar instrucciones al banco en este sentido.
IMPACTO DE LA MEDIDA EN CAPITAL Y BPA
Santander explicó que suponiendo que un 20 por ciento de sus accionistas se decidiese por el cobro en acciones, la medida se traduciría en un aumento de capital de 30 millones de títulos, algo más de un 0,3 por ciento del capital social de la entidad.
La entidad también reconoce que comparado con pagar el cien por cien en efectivo, esto tendría un impacto ligeramente positivo en capital, menor a 4 puntos básicos, y un impacto ligeramente negativo, de algo menos de 3 puntos básicos, en el beneficio por acción (BPA).
Los tres dividendos restantes se pagarán exclusivamente en efectivo. De acuerdo a este esquema de retribución, cada accionista recibirá, en la fecha de pago habitual del segundo dividendo a cuenta, un derecho de asignación gratuita por cada acción de la que sea titular. El valor del derecho será equivalente al importe de dicho dividendo.
A partir de ese momento, el inversor podrá optar por seguir recibiendo su retribución en efectivo, para lo cual el accionista podrá vender sus derechos a Banco Santander a un precio fijo que es equivalente al que correspondería como segundo dividendo a cuenta. Esta opción tiene el mismo tratamiento fiscal que el pago del dividendo en efectivo, una retención en origen del 18 por ciento.
El accionista también podría optar por vender el derecho de asignación gratuita en el mercado, que oscilará en función de su cotización, y no tiene retención fiscal.
El inversor también puede optar por recibir acciones nuevas de forma gratuita que le corresponden en función de los derechos que posea. El número de acciones dependerá de la cotización del momento y esta vía tampoco tiene retención fiscal.
Las nuevas acciones correspondientes a los derechos que los accionistas decidan vender al banco al precio estipulado no serán emitidas, mientras que los derechos que no se encuentren en manos del banco cuando se cierre el plazo se traducirán en nuevas acciones, que cotizarán en el mercado, según Santander.
El banco mantiene su política de retribuir a los accionistas en efectivo, con un "payout" en el entorno del 50 por ciento. La entidad ha repartido un dividendo con cargo a los resultados de 2008 de 0,6508 euros por acción, lo que ha supuesto destinar un importe total de 4.812 millones de euros y ha convertido al Santander en el banco internacional que más dividendo en efectivo reparte entre sus accionistas.