Con las cifras sobre la mesa, las pruebas de viabilidad realizadas a los 19 bancos estadounidenses han ruborizado a la crisis. Al fin y al cabo, pese a los masivos rescates federales, una decena de entidades necesitan recaudar 74.600 millones de dólares en capital para garantizar que no volverán a constiparse.
Durante la presentación de los resultados, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, explicó que el incremento del capital pendiente en las instituciones permitirá que los bancos "regresen al negocio de la banca". Además añadió que "este análisis transparente y cuidadosamente diseñado debería dar como resultado un sistema bancario más fuerte y eficiente".
Dadas las circunstancias, una nueva carrera contrarreloj ha dado comienzo a este lado del Atlántico, ya que los bancos que tengan que recaudar nuevo capital deberán presentar sus planes detallados el próximo 3 de junio y llevarlos a cabo antes de noviembre. De hecho, minutos antes de la presentación de las pruebas oficiales, algunas compañías como Wells Fargo o Morgan Stanley comenzaron a adelantar detalles sobre la puesta en venta de acciones comunes para comenzar a recaudar fondos.
Finalmente, Wells Fargo, que deberá conseguir 13.700 millones de dólares, vendió 7.500 millones de dólares en acciones comunes, un 25% más de lo previsto originalmente, mientras Morgan Stanley recaudó otros 7.500 millones de dólares a través de la venta de acciones comunes y bonos de deuda, por encima de los 5.000 millones de dólares previamente anunciados. Por su parte, Citigroup tiene previsto convertir 5.500 millones de dólares de títulos preferentes en acciones comunes. Cabe recordar que a esta cifra habría que sumar la conversión de acciones preferentes en comunes por valor de 33.000 millones de dólares anunciada por el banco el pasado 27 de febrero.
Al mismo tiempo que Bank of America dejó claro que no tiene intención de llevar a cabo tácticas similares, su consejero delegado, Kenneth Lewis, no dudó en afirmar durante una conferencia telefónica que su nuevo plan "tiene intención de expulsar al gobierno de nuestro accionariado lo antes posible". El gigante bancario, que según los test de estrés necesitaría alrededor de 33.900 millones de dólares en nuevo capital, tiene intención de recaudar 17.000 millones de dólares mediante la emisión directa de acciones comunes al mercado y la conversión de algunos títulos preferentes en manos privadas en acciones comunes.
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