
¿Quién dijo miedo? Caixa Catalunya parece no tener ningún temor ante el descalabro que está experimentando en España el sector inmobiliario, y sigue asumiendo riesgos. La entidad que preside Narcís Serra triplicó el pasado ejercicio sus compromisos financieros en el negocio del ladrillo, hasta superar los 2.160 millones de euros.
En 2007, toda la actividad inmobiliaria de la empresa se gestionaba desde Procam (Promotora Catalunya Mediterránea), una empresa rentable, que sumaba deudas por 748 millones, pero que tenía activos valorados en más de 1.000 millones de euros.
El año pasado, la caja decidió sin embargo impulsar su actividad y constituyó tres nuevas compañías: Gescat Gestión del Suelo, Viviendas en Comercialización y Activos Macorp. Según refleja en su último balance, todas ellas están ahora en pérdidas, sumando unos números rojos de 43,4 millones de euros. Tan sólo Procam, que había ganado el año anterior más de 41 millones, ha cerrado ahora el ejercicio con un resultado negativo de 32,5 millones de euros.
Los activos también crecen
Aunque los activos crecen también de forma significativa, el pasivo de Procam se ha disparado un 22,5%, y si a esos sumamos la deuda de las nuevas filiales inmobiliarias, el resultado es un crecimiento acelerado de la deuda hasta los mencionados 2.160 millones de euros.
El activo inmobiliario de Caixa Catalunya se eleva ya a casi 2.500 millones de euros, pero eso, lejos de ser ahora una garantía, puede suponer un problema ante el deterioro que está experimentando el mercado y las dificultades existentes para su venta.
Estas complicaciones para enajenar los pisos son el motivo principal por el que Caixa Catalunya anunció el martes la puesta en marcha un programa especial de venta denominado Pack oportunidad vivienda. Según datos de la propia entidad, el conjunto de viviendas a las que tiene que dar salida son unos 3.600 inmuebles. Para conseguirlo, la entidad ha reforzado su programa de descuentos, que desde principios de año ya era del 20%.
Ahora, la entidad aplica descuentos adicionales del hasta el 30%, por lo que la suma de ambos deja alguno de los inmuebles a mitad del precio original.
Dar salida a sus inmuebles
En concreto, la caja ofrece 1.000 inmuebles con rebajas del 50%, 500 con descuentos del 40% y 200 con recortes del 30%. Además, la entidad ha decidido poner otros 1.800 pisos en régimen de alquiler a un precio inferior a los 500 euros mensuales. El precio medio de las viviendas rebajadas será de 190.000 euros, con una superficie media de 110 metros cuadrados. Los 1.800 alquileres tienen una superficie media de 86 metros cuadrados.
Sin embargo, el nuevo programa tiene como objetivo "eliminar todas las trabas y miedos que tiene actualmente el comprador de una vivienda", explicaron fuentes de Caixa Catalunya. La entidad garantiza el precio mínimo de venta, de forma que, si el propietario acredita que un inmueble de las mismas características ha bajado de precio, tendrá derecho a la devolución del sobreprecio durante los seis meses posteriores a la firma de la escritura.