
El constructor de automóviles estadounidense General Motors ha confirmado que el Tesoro detentará más del 50% de su capital después de la reestructuración de su deuda y anunció que podría realizar una consolidación de sus acciones, de 100 actuales a una nueva.
En este sentido, General Motors advirtió además que en caso de declaración de quiebra, los actuales accionistas perderían la totalidad de su inversión.
Según el plan de reestructuración el Tesoro detentará más del 50% del capital, mientras que los acreedores el 10% y los actuales accionistas el 1%.
Para llevar a cabo este plan, GM modificará su estatus para permitir la emisión de 62.000 millones de acciones nuevas. El valor del título pasará de 1,66 dólares a 0,01, en el marco de una reagrupación de las acciones: de 100 actuales a una nueva.
Podría declararse en quiebra
"Si debemos recurrir a la protección ofrecida por la ley estadounidense de quiebras, es probable que los accionistas de GM no recibirán nada por sus acciones", indicó el grupo en un comunicado remitido al regulador bursátil SEC.
Actualmente, la empresa está valorada en 1.130 millones de dólares en bolsa. No obstante, el número uno del sector automotor estadounidense ya advirtió que se acogerá a la ley de quiebras si menos del 90% de sus accionistas rechazan el plan de reestructuración financiera.
El grupo precisó que la reestructuración prevé 27.000 millones de dólares de financiamiento público, 4.500 millones más que lo anunciado en febrero. Este aumento se explica por los costos adicionales que implica el plan, la disminución de los ingresos comerciales y montos menores en la cesión de activos, explicó el grupo.
Una ley para incentivar las ventas
Por su parte, General Motors ha aplaudido el acuerdo entre la Casa Blanca y los demócratas del Congreso de EEUU sobre un proyecto de ley para incentivar la venta de vehículos y dijo que debe ponerse en práctica rápidamente.
El proyecto de ley acordado por la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes demócratas del Congreso ha sido denominado "dinero por chatarra".
La iniciativa, que debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso, contempla un plan de un año para ofrecer a los consumidores cupones de hasta 4.500 dólares para que se deshagan de vehículos viejos que consumen mucho combustible y compren modelos de mayor eficiencia.
La meta es incentivar la compra de un millón de vehículos nuevos en los próximos doce meses. GM dijo en un comunicado que programas similares "en otros países del mundo han demostrado tener mucho éxito en el fortalecimiento de las ventas" de automóviles.
El fabricante estadounidense, que está luchando para evitar la quiebra, añadió que dar cupones para la venta de nuevos autos "vinculada con la retirada de otros vehículos más viejos y menos eficientes al mismo tiempo es un enorme triunfo para los consumidores, la economía y el medio ambiente".