Air Madrid, la compañía aérea que suspendió el viernes todos sus vuelos, actuó de forma irresponsable y debe pagar el coste de rescatar a 120.000 pasajeros abandonados, dijo el domingo la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
"Han tenido una actitud irresponsable como menos. No lo voy a cualificar de otra manera hasta que lo califiquen los tribunales", dijo Álvarez en una rueda de prensa. El Gobierno, que ha intervenido para fletar aviones y encontrar asientos en vuelos de otras aerolíneas para trasladar a los pasajeros de Air Madrid, dijo que pediría 6,5 millones de euros en costes a la compañía aérea.
"Se va a reclamar a la compañía indemnizaciones de los billetes (...) Se va a luchar con todos los medios jurídicos y legales posibles", aseguró. Tras suspender de forma unilateral sus operaciones el viernes sin previo aviso, la aerolínea tampoco ha cooperado con el Gobierno a la hora de proporcionar información a los pasajeros que están esperando volar, explicó.
Retrasos y problemas técnicos
El Ministerio de Fomento anunció el sábado la retirada de la licencia de Air Madrid. Desde mayo, había extremado su vigilancia de la aerolínea, que se había hecho célebre por sus larguísimos retrasos y constantes problemas técnicos.
Las inspecciones impidieron operar a cinco aviones de Air Madrid en siete ocasiones diferentes por no cumplir los requisitos de seguridad, dijo la ministra, subrayando que no se había permitido volar a ningún aparato considerado inseguro. Muchos de los pasajeros dejados varados por la aerolínea son latinoamericanos o rumanos que trabajan en España.
Algunos de los que seguían esperando el domingo en el aeropuerto madrileño de Barajas dijeron con lágrimas en los ojos que habían pagado miles de euros para ir a ver a sus familias por primera vez en años.
Fomento ha encontrado vuelos de regreso para unos 5.000 pasajeros hasta ahora y ha instado a los viajeros con billetes a ponerse en contacto con el dispositivo puesto en marcha por el ministerio.
La solicitud de asignación de plazas se hace a través de la central telefónica establecida por la Dirección General de Aviación Civil, que para las llamadas desde España es el número 902 360 138 y para las realizadas desde el extranjero es el 34 954 589 641. Esos teléfonos han recibido hasta ahora 21.000 llamadas. "La compañía tiene la obligación de dar respuesta al servicio por el cual ha cobrado por adelantado", afirmó Álvarez.