
La liberalización del ferrocarril de pasajeros comienza la cuenta atrás. Si los países europeos no acuerdan lo contrario, el próximo 1 de enero podrán entrar empresas privadas a operar rutas ferroviarias internacionales y Adif, el gestor español de las infraestructuras ferroviarias, ya ha tenido la visita de empresas como Virgin y El Corte Inglés.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran a este periódico que la empresa propiedad del excéntrico multimillonario Richard Branson y la cadena de distribución española "han tenido reuniones con Adif para comenzar a perfilar su participación en la liberalización".
Paralelamente, Globalia ha mostrado su interés en la apertura del tren y va a solicitar también reuniones con el Ministerio de Fomento para estudiar su entrada. De hecho, Juan José Hidalgo, presidente del grupo no oculta en público su interés por un negocio que complementaria los que ya tiene de turismo y de aerolíneas, con Air Europa.
En el caso de que el pistoletazo de salida se produzca en 2010, la única línea férrea de alta velocidad que podría estar en condiciones de ofrecer un trayecto internacional en el que participe el capital privado es la que une Madrid con París. De hecho, los operadores ferroviaros públicos ya han decidido tomar posiciones para adelantarse a la competencia privada.
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