
El grupo de distribución Alcampo ha comenzado ya a notar las consecuencias de la reducción del gasto en España, pese a sus esfuerzos por reducir al máximo el precio final de su cesta de la compra.
Con un leve incremento de su facturación del 1,2%, hasta alcanzar los 3.900 millones, la compañía perteneciente a la francesa Auchan achaca este crecimiento de las ventas al éxito de su política comercial de precios, reforzada durante el transcurso del año pasado para atraer a un cliente cada vez más preocupado por llegar a fin de mes.
Alcampo no ha podido sin embargo mantener a flote su beneficio neto, que ha descendido un 8,5% en relación al año anterior, hasta los 108 millones de euros. En cuanto a su cash flow bruto de explotación, que es el indicador que mide los recursos generados por la empresa, cayó también un 3,4% y se sitúa ahora en 207 millones de euros.
En mataría de inversiones, la compañía de distribución acometió un gasto de 102 millones de euros, destinados principalmente a la apertura de una nueva gasolinera y dos nuevos hipermercados en las provincias de Cádiz Y Madrid.
Alcampo finalizó su ejercicio fiscal con una plantilla de 15.700 personas para un total de 50 hipermercados y 26 estaciones de servicio, localizados en 14 Comunidades Autónomas.