El gestor de infraestructuras ferroviarias, se ha puesto a funcionar a toda máquina para llegar cuanto antes a la estación de la recuperación económica. El organismo dependiente del Ministerio de Fomento, consciente de que es un pilar para reactivar la renqueante maquinaria económica, está modificando el esqueleto de los concursos que gestiona, con el objetivo de acelerar las adjudicaciones y aflojar los corsés económicos que deben soportar las empresas contratistas.
Con estos dos objetivos como bandera, el organismo dirigido por Antonio González ha identificado unos puntos de mejora en sus procedimientos de compras y contratación que está empezando a aplicar y que pueden resumirse en cuatro grandes puntos.
Batería de medidas
Primero, Adif ha introducido una serie de cambios en la tramitación de las certificaciones finales de los concursos, que permitirán reducir tanto el tiempo destinado a su aprobación como al abono de las obras. Dicho de otro modo, con esta medida, el organismo público logrará acelerar las adjudicaciones y el pago a las constructoras, que están sufriendo duramente retrasos en los cobros por parte de las Administraciones, fundamentalmente, de las locales.
Adif también ha reducido los trámites y plazos en los procesos de devolución de las garantías que los contratistas deben depositar en la Caja General de Depósitos para poder pujar en los concursos. De este modo, el circulante de las empresas recuperará un poco de tranquilidad en medio de la sequía financiera actual. También colaborará a inyectar savia nueva la simplificación de los trámites en los expedientes más complejos, como pueden ser las adjudicaciones en lotes, tan comunes en todo el desarrollo del tren de Alta Velocidad (AVE).
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