
El banco estadounidense Morgan Stanley ha anunciado que tuvo unas pérdidas de 177 millones de dólares en el primer trimestre, o 57 centavos por acción, frente al beneficio neto de 1.413 millones de dólares del mismo periodo de 2008. Estos resultados son mucho peores de lo que habían previsto los analistas, que situaban los números rojos por título en 0,08 centavos.
La entidad neoyorquina precisó que sus cuentas reflejan un impacto negativo de 1.500 millones de dólares en sus ingresos netos por el ajuste de los diferenciales de crédito del banco en parte de su deuda a largo plazo, así como por las pérdidas de unos 1.000 millones de dólares vinculadas al desplome del sector inmobiliario.
De este modo, la cifra de negocio de Morgan Stanley alcanzó los 3.042 millones de dólares, un 61,5% menos que hace un año, afectada por la caída de los ingresos del 66% en la unidad de clientes institucionales, así como por el descenso del 44% en la facturación de la división de gestión de fortunas y del 87% en la unidad de gestión de activos.
El presidente y consejero delegado de la entidad, John J. Mack, reconoció que las dificultades de los mercados continuaron afectando a las cuentas del banco, aunque destacó que se aprecian ciertas mejoras en la mayoría de los negocios del banco.
"Morgan Stanley habría obtenido un resultado positivo de no ser por la drástica mejora de nuestros diferenciales de crédito, lo que, pese a suponer una evolución considerablemente positiva a corto plazo tuvo un impacto negativo sobre los ingresos", señaló el directivo. "El mercado residencial fue el problema el año pasado, este año el problema son todas las demás categorías de crédito", agregó.
Para el conjunto del ejercicio, el CEO de Morgan Stanley, que recortó un 5% su plantilla en los tres primeros meses de 2009, no se ha mostrado muy optimista. "El escenario para los bancos todavía va a ser complicado este año", señaló.
Además, el banco ha decidido recortar el dividendo un 81%, hasta 5 centavos por acción, con lo que el banco espera ahorrar unos 1.000 millones de dólares.