LOS ANGELES, EEUU (Reuters) - Proviene de una famosa familia de Hollywood, comenzó a actuar cuando era niña y ha trabajado con varios directores de renombre, pero Drew Barrymore nunca estuvo tan asustada con un papel como con su último rol en "Grey Gardens".
La película para televisión que se estrenará el sábado en el canal HBO, está protagonizada por Barrymore encarnando a "Little Edie" Bouvier Beale, la excéntrica prima de Jacqueline Kennedy Onassis, que vivió alejada del mundo exterior y en la pobreza antes de su muerte en el 2002.
Para preparar su rol, Barrymore, que se hizo conocida como la niña de "E.T" en 1982, tuvo que actuar como una joven ingenua y también envejecer con la ayuda de técnicas de maquillaje, además de dominar el acento de una mujer de la alta sociedad de Nueva York.
La actriz afirma que luchó por conseguir el papel y que luego comenzó a sentirse estresada cuando tuvo que interpretarlo.
"Esto era un desafío en cada maldita esquina, fue aterrador", dijo a Reuters Barrymore. "Pero simplemente me enamoré de ella, de quien era y en quién se convirtió", sostuvo.
Beale y su madre Edith "Big Edie" Bouvier Beale eran miembros de la alta sociedad de Nueva York, pero después de que el padre de la familia Phelan Beale abandonara a la familia al inicio de la Gran Depresión, ambas comenzaron a pasar por tiempos difíciles.
Madre e hija residían en su enorme mansión llamada Grey Gardens, en Long Island, Nueva York, y vivieron con la ayuda de una pequeña pensión proveniente de Phelan Beale.
La casa cayó en el abandono y se empezó a llenar de gatos y roedores. La situación del lugar se convirtió en tal molestia para los vecinos que funcionarios locales amenazaron con intervenir la mansión hasta que Jackie Onassis acudió en ayuda de su prima y tía.
Los documentalistas Albert y David Maysles se aventuraron a Long Island en la década de 1970 y realizaron un filme sobre las Beale que llamaron "Grey Gardens".
Con el paso de los años, la cinta se convirtió en un trabajo de culto y la menor de las Edie se convirtió en una especie de heroína del submundo, puesto que pese a su extraña y reclusiva vida mantuvo un sentido del estilo que la llevó a cantar en clubes nocturnos tras la muerte de su madre.
"Ella es realmente una persona fascinante", dijo Barrymore. "Es una persona torturada. Es un balancín emocional todo el tiempo, un minuto está feliz bailando y al otro está llena de dolor y tristeza", afirmó la actriz.
