J.Felipe Alonso
Madrid, 12 dic (EFECOM).- Los dos grandes fabricantes de aviones comerciales, el consorcio europeo EADS y el estadounidense Boeing, han marcado el desarrollo de 2006, con una línea competitiva acrecentada por los retrasos de los proyectos comerciales de unos y por los ajustes de fabricación de otros.
Lo cierto es que el famoso movimiento del péndulo ha funcionado este año en el sector aeronáutico, pues si fue en el periodo 2004-2005, cuando Boeing tuvo una serie de problemas en la cúpula directiva, con contrataciones irregulares y con la caída del entonces presidente, Harry Stonecipher por una relación extra matrimonial, ahora, los problemas son para Airbus.
Este año, las disputas en la cúpula del fabricante europeo con el cambio de los dos co-presidentes de EADS, y las acusaciones hacia uno de ellos, Noel Foergeard, de actuar en la bolsa con información privilegiada, así como el relevo en la dirección de Airbus, con el nombramiento de Louis Gallois, ha marcado al consorcio europeo.
Asimismo, la situación de los proyectos de cada uno de los fabricantes en su comercialización de aviones para pasajeros, también tiene un bastante "a qué".
Ante el fracaso de Boeing con su modelo "supersonic" -como respuesta al gigante A380 de Airbus, años atrás, defendiendo que es preferible mayor velocidad a mayor capacidad-, el fabricante estadounidense ha desarrollado el proyecto B787 Dreamliner, de gran capacidad y alcance.
Pero el consorcio europeo también ha tenido su "fracaso", si no en la idea de sacar un nuevo avión, si en el proyecto A380, que ha sufrido dos retrasos de seis meses de entrega, lo que ha hecho que algunos futuros clientes se replanteen la compra de este modelo
No obstante, Airbus está preparando un nuevo avión, el A350, que podrá llevar hasta 300 pasajeros con una autonomía de 15.000 kilómetros, y que entrará en funcionamiento en 2013, tres años más tarde de lo previsto, y que hace dos meses, y ante el anuncio del retraso, también ha sufrido algunas bajas en las peticiones.
La guerra está abierta, porque las previsiones que hacen los expertos es que para los próximos veinte años, habrá una necesidad de entre 25.000 y 30.000 aviones, con unas ventas próximas a los 2,6 billones de dólares.
Como cifra de ventas para el periodo 2016-2018, Boeing da unos 27.210 aviones nuevos, y Airbus, unos 22.663 aparatos, sobre todo en la modalidad de pasillo único, utilizados para vuelos de corto recorrido.
Pese a todo ello, los dos fabricantes van a cerrar el año con grandes beneficios y unos buenos ingresos, si se mantienen, y nada hace prever lo contrario, los resultados alcanzados en los nueve primeros meses.
Boeing ha cerrado el periodo enero-septiembre con unos ingresos de 43.989 millones de dólares (35.200 millones de euros), que representa un 11 por ciento más sobre el mismo periodo de 2005, con unos beneficios de 1.862 millones de dólares (1.490 millones de euros)
Airbus facturó 18.570 millones de euros, con un aumento del 16 por ciento con respecto a los 16.033 millones de euros de 2005.
Las previsiones de entrega de aviones a finales de 2006 son de 395 para Boeing y de 320 para Airbus, con previsiones para el año próximo de 440 aparatos de fabricación estadounidense y de 410 para los europeos. EFECOM
jf/rl
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