
La entidad financiera suiza continúa sin levantar cabeza, a tenor de las previsiones de resultados correspondientes al primer trimestre que ha adelantado hoy. Según ha indicado UBS, espera registrar unas pérdidas de 2.000 millones de francos suizos (1.323 millones de euros) entre enero y marzo de este año, por lo que continuará con su programa de reducción de costes: va a recortar otros 8.700 empleos antes de 2010. Analistas optimistas: la gran banca no incurrirá en pérdidas.
En concreto, la entidad espera anotarse depreciaciones por unos 3.900 millones de francos suizos (unos 2.550 millones de euros). Otra parte de las pérdidas precede de provisiones por riesgos en créditos y adaptaciones del valor de los activos tóxicos que UBS transfirió al fondo creado por el Banco Nacional de Suiza.
Además, las salidas de fondos en su división de gestión de grandes patromonios y banca suiza casi alcanzaron los 23.000 millones de francos (unos 15.200 millones de euros).
8.700 despidos más
Por ello, UBS continuará con su política de ahorro, con la que pretende recortar costes por entre 3.500 y 4.000 millones de francos suizos de aquí a finales de 2010.
"UBS busca lograr ahorros substanciales en todas las áreas. Una reducción importante de los empleos es desafortunadamente inevitable. UBS tiene previsto recortar el número de empleados hasta los 67.500 en 2010", indicó el banco, que empleaba a 76.200 personas a finales de marzo.
El nuevo director general de la entidad, el alemán Oswald Grübel -que deberá ser hoy confirmado por la Asamblea de Accionistas reunida en Zúrich- aseguró que, aunque UBS se encuentra en el buen camino, los resultados no se verán a medio plazo. El directivo recordó que hay multiplicidad de frentes que atacar, pero se mostró "confiado" a largo plazo.
El pasado 30 de marzo, la publicación suiza Sonntag ya adelantó la posibilidad de que la entidad financiera registrase cifras negativas en su balance del primer trimestre, aunque finalmente el número de despidos confirmado ha sido superior al estimado.
UBS ha perdido miles de millones de dólares desde que se originó la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos. En el ejercicio financiero 2008, sus pérdidas netas ascendieron a 20.900 francos suizos (14.256 millones de euros); desde mediados de 2007 la entidad ha asumido amortizaciones por más 34.110 millones de euros.