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Las terminaciones 'Gafe' de la lotería de Navidad

Consulte su terminación. ¿Lleva algún billete 'gafe'? Foto: Archivo
La Navidad, en España, empieza el 22 de diciembre. Ese día se celebra el sorteo de lotería con más tradición y también el más popular: El Sorteo Extraordinario de Navidad. No hay nadie que se libre de comprar un décimo o una participación con la esperanza de pillar un pellizco del Gordo.

Loterías y Apuestas del Estado pone a la venta 85.000 números, así que la probabilidad de que toque el primer premio es de una entre 85.000. Nada nos desanima y quien más quien menos piensa ¡Este año sí! Los optimistas más recalcitrantes, si piensan que esas posibilidades no son desafío suficiente para su buena estrella, pueden jugar a los números que jamás han adornado las dos últimas cifras del Gordo en sus muchos años de historia.

Y es que, lo crea o no, algunas de las cifras que giran y giran en el bombo de los números tienen muchas papeletas para no acompañar a la otra bolita que indica que ha salido el premio Gordo. Según los datos oficiales 16 terminaciones están gafadas... por ahora.

Vade retro 13

En los 195 sorteos de Navidad celebrados desde 1812, el Gordo de la lotería nunca ha acabado en 09, 10, 13 (lo que comprenderá la gente supersticiosa), 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 59, 67, 78 y 82. No significa que estos números nunca vayan a salir pero, al contrario de lo que se cree, hay ciertas cifras que tienen más probabilidades de resultar premiadas y otras, menos. Al menos, eso aseguran los matemáticos, que es un gremio al que le chiflan los numeritos.

¿Será que el mal fario lotero se posa en determinadas decenas? Quién sabe. En el caso de las unidades no hay excepciones, ya que todas han salido alguna vez como terminación del primer premio. Eso sí, el 1 es la cifra menos repetida, seguida del 2 y del 9.

¿El 27 afortunado?

Pero volviendo a las dos cifras, también en los millares, es decir el inicio del número ganador, hay afortunados y estrellados. La diosa Fortuna no ha soplado jamás sobre el 27, 37, 39, 41, 44, 51, 54, 62 y el 64 para que encabecen la cifra del Gordo.

¿Hay que consultar con un estadístico o hacer algún ritual de magia antes de acercarnos a una administración de lotería a comprar un décimo? Confíe en su suerte, pero recuerde que si en su participación hay muchos cinco tal vez tenga más posibilidades de brindar con cava el 22 de diciembre, pero no olvide que la buena fortuna de esta cifra no ha conseguido que el 25 se libre de estar en la lista de los más gafes.

Siempre quedará el Niño

Si, finalmente, este año tampoco puede ser, siempre queda la pedrea o el sorteo del niño o pensar que la mejor fortuna es tener buena salud.

Aunque no es tan gratificante, puede pensar también que con su participación en el sorteo ha contribuido a aumentar los ingresos públicos. Los premios son millonarios pero el Estado siempre se queda con un mínimo del 30 por ciento de lo recaudado. La proporción aumenta en el caso de que alguno de los números premiados no haya sido vendido íntegro.

Pero no pensemos en lo que se queda el Estado, sino en lo que se puede llevar usted, por ejemplo.

Por cada euro jugado ganará 15.000 euros si resulta premiado con el primer premio. Es decir, 300.000 euros por cada décimo.

Si lo que logra atrapar es el segundo premio, multiplicará la inversión por 5.000, y si es el tercero, cada euro de la participación se convertirá en 2.500.

También hay dos cuartos premios que no es cuestión de despreciar. No es el Gordo, pero representan un pellizco nada despreciable. Por décimo, 20.000 euros, o lo que es lo mismo, 1.000 euros por cada moneda de euro que se destina al juego.

¿Juega solo?

La suerte, o los despistes, también juegan malas pasadas antes y después del sorteo.

Todos los años se repite las misma historia: una peña deportiva, una asociación benéfica, o cualquier otra agrupación vende lotería de Navidad en participaciones.

Los cálculos, en principio sencillos, no salen, y cuando faltan pocas fechas para el sorteo se dan cuenta de que han vendido más lotería de la que tienen. Si detectan el error antes del sorteo aún cabe una rectificación parcial. Se comunica a los compradores, por medio de anuncios en diarios, que debido al error no juegan la cantidad que figura en la participación, sino una menor.

Hay casos peores. No falta algún depositario de participaciones que las pierde antes o después del sorteo.

Lo más gafe de todo

Y lo más gafe de todo: que ese conocido tan simpático o tu amigo de toda la vida pierda el décimo premiado con un buen pellizco y se dé cuenta justo después del sorteo, o directamente, no quiera compartir el premio. Tranquilos, ese gafe se puede evitar. La justicia ya ha resuelto en varias ocasiones que un acuerdo informal para jugar a medias en lotería, las quinielas, o cualquier otro sorteo, tiene el valor de un contrato, por lo que reconoce la reclamación del estafado.

Si le parece que el intento de estafa es digno de una reacción bélica, tal vez se deba al origen de este sorteo.

Su historia

La Lotería Nacional de Billetes nació en España durante la Guerra de la Independencia. Don Ciriaco González Carvajal, ministro del Consejo y Cámaras de Indias, pensó en "un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto para los contribuyentes". Ante las Cortes Generales y Extraordinarias, en Cádiz, presentó una proyecto de Lotería, cuyo precedente era la que existía en Nueva España, actual México, desde 1771 y cuyo establecimiento se debió a Carlos III. Desde entonces la propuesta tuvo una gran acogida y el 23 de noviembre de 1811 las Cortes de Cádiz aprobaron, sin un sólo voto en contra, la introducción de la Lotería.

El primer sorteo se celebró el 18 de diciembre de 1812 y la cercanía de las fechas navideñas hizo que la gente lo conociera como el sorteo de Navidad, aunque no adoptó ese nombre el de Sorteo de Navidad hasta el año 1892.

El primer Gordo fue de 8.000 pesos fuertes y el precio del billete (diez décimos) de 40 reales. Nada parecido a las cifras millonarias de nuestros días. Si se vendieran todos los décimos emitidos para el sorteo más importante del año se recaudarían 3.060 millones de euros, de los que 2.142 millones, el 70 por ciento de los que hablábamos antes, se destinan a premios.

¿Y cuantos premios hay? Pues 24 millones, pero hay que tener en cuenta que premio se considera hasta el reintegro, el consuelo de "al menos me devuelven lo jugado".

Cambios

El sorteo español más veterano tiene este año algunas novedades. En televisión ya no aparece un extraño individuo con abrigo negro y sin un pelo en la cabeza que se dedica a soplar la fortuna a la gente que compra décimos de lotería.

Además, el sorteo, el único que se realiza con dos bombos, estrena uno este año. Antes, los números no llegaban a 85.000, por lo que se ha decidido dar más holgura a las bolitas de las cifras y meterlas en un bombo mucho más grande que el antiguo.

La afición por el deporte se hace notar también en este sorteo y la Fórmula Uno ha entrado con fuerza y amenaza con arrebatarle protagonismo al número que vende el club de fútbol favorito del jugador. El número de Fernando Alonso, 22.106, la fecha en que ha conseguido su segundo mundial, es el más demandado. El 25.905, la fecha de su primer mundial de automovilismo, también figura en esta particular lista de éxitos. El 31.105 también figura entre los primeros puestos. No tiene nada que ver con el deporte. Es el nacimiento de la infanta Leonor.

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