Barclays podría pasar la prueba a la que está siendo sometida por las autoridades financieras británicas, lo que significaría que las cuentas de la entidad gozan de buena salud y no necesitará más inyecciones financieras del Gobierno de Gordon Brown. Según informa el diario Financial Times, la FSA se encuentra ya en las fases finales del test de estrés y podría determinar que el banco no tendrá que ampliar capital.
Los resultados de estas pruebas para determinar la viabilidad de la entidad bajo un escenario de crisis severa y la recomendación final sobre las necesidades de Barclays (BARC.LO) de captar o no nuevo capital deberán conocerse antes del próximo mes de abril.
Podría mantenerse a flote
El motivo es que la entidad financiera británica tiene de plazo hasta el próximo día 31 de marzo, fecha tope fijada por Reino Unido, para decidir si se acoge al nuevo Programa de Protección de Activos o si se abstiene de contar con la protección gubernamental.
De superar estos test positivamente, se distanciaría de sus competidores Lloyds y RBS, que sí tuvieron que solicitar el respaldo estatal. En concreto, Londres ha aumentado su participación en Lloyds hasta el 65% y ha garantizado 260.000 millones de libras (casi 290.000 millones de euros) en activos tóxicos del banco. Por su parte, RBS puso bajo protección oficial activos tóxicos por un importe de 325.000 millones de libras (364.000 millones de euros), y el Estado británico posee ya en torno al 70% de la entidad.
Paralelamente, Barclays confirmó la semana pasada que está negociando con varios inversores la venta de iShares, su gestora de fondos, lo que podría proporcionar dinero fresco a la entidad, lo que serviría para fortalecer sus ratios de capital, ya que el banco se desharía de esta división por entre 3.000 millones de libras (3.250 millones de euros) y 5.000 millones de libras (5.420 millones de euros).