Después de más de un año de desencuentros, Iberia y Sepla lograron formalizar un preacuerdo del convenio colectivo a finales del mes de enero. Sin embargo, la paz sellada ha durado poco tiempo. A primeros de marzo se intentó redactar el documento y el Sepla rompió las negociaciones.La aerolínea quiere que los pilotos entiendan la necesidad de llegar a un acuerdo, pero estos piden aumentos del 3,5%.
La situación ha llegado a tal extremo que el director general de la aerolínea, Enrique Donaire, ha decidido interpelar a la responsabilidad de los pilotos ya que ahora "pretenden reabrir aspectos ya cerrados relacionados con la retribución, la situación de los mayores de 60 años e incluso la medidas de productividad acordadas, como la supresión del refuerzo a Nueva York".
Donaire envió ayer una carta a todos los pilotos para explicarles que en los puntos que se pactaron en enero "llegaron más allá de lo que sería razonable" e intenta que entiendan que la falta de acuerdo les perjudica a ambos y ya "les ha hecho perder oportunidades".
Donaire les recuerda que las negociaciones coinciden con "la mayor crisis económica desde la segunda guerra mundial" y les advierte de que la situación es tan grave que "vamos a tener que tomar decisiones como nunca se habían conocido hasta ahora".
Desencuentros
Según Iberia, en el preacuerdo se consensuó una subida salarial del 2,3 por ciento en 2007, IPC real en 2008 (1,4 por ciento) y del 2,7 por ciento en 2009. Ahora, el Sepla exige una subida salarial del 3,5 por ciento en 2008, más del doble de lo acordado, además de incluir un sistema de participación en beneficios al que, según Donaire, los pilotos ya renunciaron a cambio de consolidar participaciones pasadas.
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