Empresas y finanzas

Las empresas españolas recurren a los arquitectos extranjeros a pesar de la crisis

Edificio de la Ciudad del Santander

En plena crisis y con una tasa de desempleo empeñada en alcanzar cifras históricas en España, muchos sectores como el de la construcción están viendo cómo su demanda profesional cae en picado, y los arquitectos particularmente. Además de que no hay casi trabajo, lo cierto es que los pocos proyectos que se reparten van a parar a manos foráneas.

El resultado es una cantidad ingente de profesionales que abandonan España para buscar una oportunidad más allá de nuestras fronteras. "Los proyectos públicos se han reducido y la paralización del sector inmobiliario ha extendido un panorama difícil para la cantera de nuestra arquitectura", explica para elEconomista la decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, Paloma Sobrini. "Nadie es profeta en su tierra".

La nueva Ciudad Financiera del Santander llevada a cabo por Kevin Roche, BBVA y el CaixaFórum Madrid de Herzog and Meuron, Caja Madrid y Norman Foster, el rascacielos de la Mutua de César Pelli, el Reina Sofía de Jean Nouvel, el aeropuerto de Barajas de Richard Rogers o el Guggenheim de Frank Gehry son sólo algunos de los ejemplos de arquitectos extranjeros que han dejado su huella en el horizonte de España, pero ¿y los españoles?

Alex Wall ,catedrático de la Universidad de Karlsruhe, dijo que Madrid había pasado de tener los rascacielos más bellos de Europa en los setenta a los más vulgares en los años ochenta. La opinión parece compartida por Iñaki Ábalos, catedrático y uno de los arquitectos más afamados fuera de nuestras fronteras quien además llegó a declarar que Madrid era "una ciudad mediocre y sin capacidad de emocionar". Muchos de los 'rascacielos' en la capital de los últimos tiempos han sido llevados a cabo por arquitectos extranjeros que bien han logrado realizar su proyecto por concurso o bien la empresa se lo ha adjudicado.

Pero, ¿por qué la mayoría de compañías se terminan decantando por los arquitectos extranjeros? "El arquitecto español del presente y del futuro está preparado para mucho más que, simplemente, la concepción proyectual. Es capaz de detectar la demanda y analizar sus necesidades, localizar y transformar el suelo y llevar a cabo el desarrollo técnico en colaboración con promotores inmobiliarios", explica Sobrini. Pero muchas empresas españolas no deben pensar lo mismo.

BBVA: de Sainz de Oiza a Herzog and Meuron

Para su nuevo proyecto de traspasar todas las oficinas al nuevo barrio de Valdebebas en Madrid, el BBVA (la misma que en 1981 encargara su hasta ahora torre más famosa en Madrid al arquitecto español Sainz de Oiza), recurrió al estudio suizo de Herzog and Meuron a partir del socorrido concurso "de ideas" en el que, según nos han llegado a reconocer desde su departamento de inmueble "también participaron españoles como Lamela o Rafael de la Oz, pero sencillamente ganó Herzog".

Lo cierto es que sólo la administración está obligada a llevar a cabo concurso público en cualquier proyecto arquitectónico que supere los 30.000 euros (una cantidad muy pequeña si tenemos en cuenta las cifras que se manejan en este tipo de obras), sin embargo las empresas privadas pueden hacerlo como quieran: a dedo, por concursos abiertos o restringidos, e incluso por méritos. Pero en cualquiera de los casos no hay que rendir cuentas a nadie. Elige un grupo de directivos y punto.

En este caso en concreto la cúpula del BBVA se apoyó en un arquitecto de reconocido prestigio para auxiliarles en la materia y decantarse finalmente por el estudio de Basilea. "Tienes que tener en cuenta", nos aseguran, "que cuando un promotor va a hacer algo que cuesta tanto dinero y que va a durar tantos años quiere al mejor arquitecto, al que está más de moda".

Santander: el nuevo modelo de la Ciudad Financiera

La Ciudad Financiera del Grupo Santander se comenzó a proyectar tomando como modelo las ciudades corporativas y universidades americanas de los años 80. No es de extrañar, por tanto, que el banco decidiera que fueran los americanos Kevin Roche y John Dinkeloo quienes se hicieran cargo de la obra.

Aún así, desde el departamento de inmueble del Santander nos aseguran que para el proyecto se convocó un concurso al que se invitó a arquitectos de reconocido prestigio como Norman Foster, Rafael Moneo, y los estudios KMD (Kaplan, M y Díaz) de California y KR&JD (Kevin Roche y John Dinkeloo) de Nueva York, que fueron los que finalmente se llevaron el proyecto.

El tribunal del concurso exigía que se diera una solución a la relación con la naturaleza y la ocultación del tráfico rodado, además de valorar otros aspectos de índole morfológica, urbanística y funcional como por ejemplo la orientación, el paisaje, los recorridos peatonales, distribución, dotación de servicios comunes, iluminación natural, etc. Se decidieron por el estudio KR&JD "por su original idea de diseñar un falso túnel que soterraría el tráfico rodado e intercomunicaría los edificios, y el impactante diseño de las cubiertas vegetales que cubrirían casi todos los edificios".

Sacyr y las Torres

Pasemos al lado opuesto. Para la construcción de una de las torres de la antigua ciudad deportiva en Madrid, tan sólo la constructora Sacyr Vallehermoso confió directamente en un estudio español, yendo a parar el resto a manos foráneas. ¿El resultado? Una excelente crítica por parte de expertos y catedráticos por encima incluso que el rascacielos de Norman Foster, su vecina de enfrente.

Según el departamento de prensa el proyecto no era fácil ya que había que tener en cuenta que aglutinaba oficinas y un hotel en una misma estructura, y con entradas independientes. Aún así Sacyr decidió no llevar a cabo ningún concurso y confió el proyecto directamente al prestigioso estudio madrileño de Rubio y Álvarez-Sala. "Al fin o al cabo llevábamos trabajando juntos 20 años", asegura la responsable de comunicación de la constructora, "sencillamente confiamos en ellos y llevamos a cabo con éxito el proyecto". Pero no son los únicos que lo han hecho. La Nueva catedral de los Ángeles de Rafael Moneo, la galardonada remodelación del aeropuerto de Varsovia de Lamela, el nuevo Parlamento de Edimburgo de Enric Miralles son algunos ejemplos que reflejan perfectamente el buen estado de salud de los arquitectos españoles. Sin hablar por supuesto, de la participación de los españoles Ábalos y Sinkevitz en el último concurso restringido para El Centro de Artes Escénicas de Taipei, donde quedaron finalistas de entre una durísima competencia internacional de más de 200 firmas de reconocido prestigio.

Los grandes estudios de arquitectura españoles se han instalado con fuerza en el extranjero, pero dar este paso no es fácil. "Para dar el salto internacional hay que montar equipos potentes, en la línea de los arquitectos estadounidenses que se dieron cuenta de ello en la crisis de los 90", asegura Sobrini del Colegio de Arquitectos. "Nuestra cantera han iniciado tímidamente este recorrido hace unos años y ahora es cuando es necesario prestarles todo el apoyo desde las instituciones colegiales para ser capaces de irrumpir con fuerza en los mercados exógenos", aclara la decana.

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