Empresas y finanzas

¡Sálvese quien pueda! La náutica de recreo quiere generar 200.000 empleos

Hasta 200.000 nuevos puestos de trabajo. Éste es el empleo que podría generar el sector de la náutica, según Alejandro Landaluce, director general de Anen (la Asociación Nacional de Empresas Náuticas). Es decir, plazas para el 5,7% de los cerca de 3,5 millones de parados que suma España.

La náutica de recreo, aquélla que no se dedica a la actividad comercial ni a la competición, da trabajo a 114.000 personas (el sector del mar en su conjunto emplea a 450.000) y genera más de 5.500 millones de euros anuales en ventas brutas, según un estudio de Anen. La mayor parte de los puestos que crea son en astilleros, dedicados a la construcción de barcos. Pero también requiere personal en el sector industrial (electrónica, motores, industria auxiliar) y los servicios (alquiler de embarcaciones, distribución, puertos...).

El iceberg que podría hacer naufragar este sector son las tasas, explica Landaluce. "Somos el país europeo más penalizado en este sentido: además del 16% de IVA, pagamos otro 12% por el impuesto de matriculación". En total, un gravamen del 28%, muy superior al de Italia (del 6 al 20%, como máximo) o al de Reino Unido (17,5%). Según añade Diego Colón, presidente de la Asociación Española de Grandes Yates, "por este motivo muchos armadores no abanderan su barco en España".

Más costa, pero menos negocio

Landaluce señala que, con el apoyo de la Administración (que hasta ahora ha sido casi nulo, aclara), no sería disparatado soñar con las cifras de Francia o Italia: "En estos dos países, que cuentan con el apoyo de sus gobiernos, el sector genera 300.000 y 600.000 puestos, respectivamente". Y ello, a pesar de que esos dos estados tienen menos kilómetros de costa que España, que suma casi 8.000, además de un clima privilegiado y un potente sector turístico.

Diego Colón también confía en el potencial de esta actividad, aunque es consciente de los problemas a los que se enfrenta. "El sector del recreo es el primero en sufrir las crisis económica, ya que la gente renuncia a este tipo de actividades antes que a otras". Como consecuencia de ello, "se están produciendo muy pocas ventas y los puestos relacionados con el mantenimiento y la reparación se han reducido un 80 por ciento".

Pero, según señala el responsable de esta asociación, "el turismo de alta calidad que genera la náutica de recreo tiene un alto potencial de generar ingresos y empleo. Considerando que el turista náutico se gasta, de media, 130 euros al día -más del doble que el turista terrestre-, en los grandes yates el gasto se dispara a los 450 euros diarios".

Por otro lado, el European Committee for Professional Yachting estima que las firmas españolas dejan de ingresar 600 millones al año debido a la restrictiva legislación.

Caída de las ventas

La crisis se nota, no cabe duda. Según Borja Onieva, miembro del comité organizador del Salón Náutico que se celebra hasta el próximo domingo en Ifema, la Feria de Madrid: "Las ventas que más están cayendo son las de motos acuáticas, que ya en 2008 descendieron en un 38%. Las de embarcaciones lo hicieron un 17%. Y es probable que caigan más a lo largo de este año".

Los precios de las motos oscilan entre los 14.000 y los 21.000 euros; los de las embarcaciones, depende de la eslora. Si ésta mide hasta 5,5 metros, cuestan unos 20.000 euros. "Pero desde 1.200 euros hay barcas de dos o tres metros", señala Onieva. En el otro extremo, un yate de 60 metros cuesta unos 80 millones.

Al igual que ocurre con los pisos, en la náutica el alquiler resiste la crisis. Eduardo San Román, gerente de Iberomar Costablanca, una pyme dedicada al alquiler de embarcaciones, explica: "El negocio sale fortalecido. Este año, la gente no se aventurará tanto a comprar un barco, pero si le gusta navegar seguirá haciéndolo". Alquilar un gran velero para 10 personas durante un fin de semana cuesta 1.850 euros. Con capitán, unos 160 euros diarios más.

A pesar de que a Iberomar Costablanca le va bien, han tomado algunas medidas anticrisis: "Hemos congelado nuestras tarifas y obsequiamos a nuestros clientes con días extra de navegación".

No son los únicos que han decidido atraer clientes con unas rebajas: puerto Sherry, en el Puerto de Santa María (Cádiz), afirma ofrecer unas tarifas un 40% inferiores a las de sus competidores. Además, según explica Pedro Bores, uno de los principales accionistas de este puerto, tienen previsto invertir 100 millones de euros en duplicar su superficie, con el ambicioso proyecto de convertirlo en uno de los mayores de Europa, lo que sin duda potenciaría el sector.

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